La salud mental sigue siendo la mayor preocupación de los ciudadanos, más que el cáncer

Imagen de archivo de una manifestación convocada por la Asociación de Salud Mental 'El Timón', en Madrid. EFE/Víctor Lerena.

Madrid, 9 oct (EFE).- La salud mental se mantiene por cuarto año consecutivo como la principal preocupación en salud de los ciudadanos, sobre todo de las mujeres, situándose así por delante de otras inquietudes como el cáncer, aunque casi la mitad considera que el sistema sanitario sigue primando el bienestar físico.

En concreto, el 62 % de la ciudadanía identifica la salud mental como su primer problema de salud, casi 20 puntos más que la media global de los 30 países analizados en el estudio anual Monitor global ‘Mental Health Day’ de Ipsos, que es del 45 %.

Así, España se sitúa como el segundo país, tras Suecia (63 %), donde más preocupa la salud mental, que supera a otras afecciones como el cáncer (51 %); el estrés (36 %); la obesidad (29 %) y el tabaquismo (19 %).

Estos datos constatan cómo la pandemia ha actuado de acelerador, según Ipsos, puesto que en 2018 la salud mental preocupaba sólo a un 23 %. La misma tendencia presenta el estrés, que ha subido del 25 % al 36 %, lo que coloca a España como el tercer país de Europa, por detrás de Francia (38 %), Polonia e Italia (35 %), donde más ha aumentado esta preocupación.

Diferencias por género y edad

El desasosiego por la salud mental es mayor entre las mujeres (67 %), a las que también les preocupa el cáncer (56 %) y el estrés (43 %), mientras que a los hombres les intranquiliza más la obesidad (33 %) y el tabaquismo (23 %) que a ellas.

También hay diferencias por edades: los más mayores de la generación ‘baby boomer’ señalan al cáncer como la primera preocupación (63 %), seguido de la salud mental (57 %) y la obesidad (34 %); mientras, la generación Z prioriza la salud mental (63 %), seguida del estrés (35 %) y el tabaquismo (32 %).

Casi dos tercios (63 %) piensan a menudo en su salud mental, seis puntos más que en 2024, siendo las mujeres (70 %) y las generaciones más jóvenes, ‘millennial’ (72 %) y ‘Z’ (67 %), las que lo hacen más a menudo. Por el contrario, los hombres (56 %) y los más mayores (53 %) dicen que apenas lo hacen.

Sin embargo, la mayoría piensa más en su salud física (77 %); en este caso, también las mujeres (81 %) y ‘millenials’ (79 %) lo hacen con más frecuencia.

Con todo, nuestro país es uno de los que más valoran el bienestar psicológico, con un 14 % de personas que lo coloca por encima de la física; sin embargo, casi la mitad de la población española (48 %) piensa que el sistema sanitario sigue priorizando la salud física sobre la mental.

El estrés ha paralizado a un 47 %

Un 61 % de los encuestados se ha sentido tan estresado que su vida diaria se vio afectada de manera significativa una o varias veces en el último año, sobre todo las mujeres (37 %) y los grupos de edad más jóvenes (un 40 % los ‘millennial’ y un 36 % los ‘Z’).

Casi la mitad, el 47 %, ha llegado en algún momento a un punto en el que no podía hacer frente a las cosas debido al estrés, mientras que un 37 % sufrió episodios de depresión prolongada una o varias veces al año.

En este caso, los ‘Z’ son los que más se han visto obligados a faltar al trabajo debido al estrés (17 %) y también quienes más han considerado la autolesión o el suicidio (12 %).

Pese a ello, un 43 % no ha hecho nada para abordar su malestar, una cifra que se acrecienta en los hombres (47 %) y en los ‘baby boomer’ (70 %), mientra que los ‘Z’ muestran mayor predisposición a pedir ayuda y a hablar abiertamente de su bienestar emocional.

Acudir a un profesional no siempre es la primera elección para muchas personas, que tienden a confiar en sus círculos más cercanos: el 33 % ha hablado con familiares o amigos frente a un 17 % que recurrió a la ayuda de un psicólogo o psiquiatra.

Mujeres y jóvenes son quienes buscan más apoyo en los especialistas y los que más recurren a medicamentos.