La sanidad andaluza contactará con 2.000 mujeres tras el fallo en el cribado de cáncer

Foto de archivo de una doctora estudiando una mamografía. EFE/ Miguel Angel Polo
Sevilla, 2 oct (EFE).- La Consejería de Salud ha admitido este jueves el «fallo de información» detectado en el programa de cribado de cáncer de mama en Andalucía y ha anunciado que el Servicio Andaluz de Salud (SAS) ha comenzado a llamar «una por una» a unas 2.000 mujeres en toda la comunidad con pruebas «no concluyentes». Son pacientes con lesiones dudosas que en principio no revestían gravedad pero que deben hacerse un seguimiento ya fuera del cribado, siempre bajo criterio médico, según ha informado la administración sanitaria en un comunicado tras la reunión que la consejera Rocío Hernández ha mantenido esta mañana en Sevilla con la Asociación de Mujeres con Cáncer de Mama (Amama). Tras el análisis detallado de los circuitos y de los datos de pacientes pendientes de pruebas complementarias, la consejera ha informado a dicho colectivo de que el SAS ha confirmado que la situación detectada corresponde a un «fallo de información» a quienes debe hacerse una segunda prueba. También se ha referido a este asunto desde Torremolinos (Málaga) el presidente de la Junta, Juanma Moreno, quien ha garantizado que se llamará «una por una» a las 2.000 mujeres afectadas en toda la comunidad por esos fallos. Tres posibles diagnósticos Según la Consejería de Salud, cuando se hace una mamografía a una mujer dentro del programa de cribado del cáncer de mama actualmente existen tres posibles diagnósticos: «negativo, positivo y lesión posiblemente benigna». En el caso de diagnósticos negativos las pacientes son informadas del resultado, en el caso de positivos también son notificadas y derivadas para nuevos procedimientos pero, en los casos en los que se detectan «lesiones posiblemente benignas» las mujeres, según la Junta, «pueden no haber sido informadas de que su caso sigue un procedimiento clínico con supervisión médica». La consejera de Salud ha explicado que, en esos casos, hasta tres radiólogos analizan las imágenes y, en función de los factores de riesgo de cada paciente, deciden el tiempo que debe transcurrir para la segunda prueba. «Las pacientes, que viven ajenas a estas circunstancias, reciben al cabo de meses o de un año una llamada que no esperan para esa segunda cita -fijada por el radiólogo- y sienten alarma, intranquilidad y angustia. Es algo normal y creemos que hay que corregirlo, porque se puede corregir», ha señalado Hernández. ‘Lesión probablemente benigna’ Desde este jueves, ha anunciado, se ha empezado a llamar a todas estas mujeres, unas 2.000 en toda Andalucía, para informarlas de que en su día se les detectó una «lesión probablemente benigna», que sus casos están siendo atendidos por un equipo médico y que, en el tiempo que han marcado los facultativos, volverán a ser llamadas para una nueva prueba. Salud ha indicado además que el 98 % de estos casos terminan siendo diagnosticados como benignos. La llamada o cita informativa para estas pacientes será incluida en el protocolo del programa de cribado del cáncer de mama con el objetivo de «estar más cerca de estas mujeres» y que -según la consejería- cuenten «con toda la información desde el primer momento». La consejería también ha aclarado que muchas de esas mujeres sí están informadas porque hay equipos médicos que han incluido dicho contacto en la rutina del procedimiento, pero «al no ser obligatorio» no queda constancia en la historia clínica, por lo que «no es posible» saber cuántas conocen su situación y cuántas no. La administración sanitaria ha decidido finalmente por todo ello llamarlas en el plazo de una semana «a todas», concretamente unas 2.000 mujeres del total de población dentro de este programa de cribado, que son en torno a 1,3 millones de mujeres andaluzas. «En Andalucía tenemos un programa de cribado de mama sólido y protocolizado, que funciona bien», ha insistido en tranquilizar Hernández, que ha vuelto a «lamentar profundamente» las situaciones de incertidumbre que hayan podido vivir algunas mujeres.