“La Semana Santa de Sevilla es la ópera más grande del mundo”, dice director de Salzburgo

El director del Festival de Ópera de Bolsillo de Salzburgo, Thierry Bruehl, durante una entrevista con EFE en el auditorio de Tomares (Sevilla) donde ha afirmado tajante que: "La Semana Santa de Sevilla es la ópera más grande del mundo; el sueño de cualquier director". EFE/Laura Rincón

Alfredo Valenzuela

Sevilla, 16 mar (EFE).- Ha comprado una casa en la calle que nació Juan Belmonte, es director del Festival de Ópera de Bolsillo de Salzburgo, estrenará su primer espectáculo con bailaores flamencos el jueves en Málaga, se llama Thierry Bruehl y afirma tajante: “La Semana Santa de Sevilla es la ópera más grande del mundo; el sueño de cualquier director”.

“No puedo imaginar que se pueda hacer mejor; son tantos detalles… Toda la ciudad participa, responde a todos los sentidos con la música, el olor, las imágenes, la noche… es un espectáculo que no tiene fin”, ha añadido sobre la celebración de la Semana Santa de Sevilla, que descubrió en 2018, pero a la que asiste desde entonces con el único paréntesis del año de la pandemia.

Aquella Semana Santa supuso una “revelación” y un “contraste” para este director teatral, especializado en ópera, que afirma: “El mundo de la hermandades es un mundo espectacular porque se trata de una tradición vibrante, que está viva y que pasa de generación en generación; tuve la suerte de que me introdujeran en ese mundo sevillanos de los que saben a qué hora y en qué lugar hay que estar en cada momento”.

Thierry Bruehl, que ha sido colaborador y asistente de Peter Brook, Hans Neuenfels y Ariana Mnouchkine, ha asegurado a EFE que asistió a su primer espectáculo flamenco en un lugar tan castizo como la Peña Torres, en el barrio sevillano de la Macarena, quedó “fascinado” y soñó con incorporar el flamenco a uno de sus espectáculos, cosa que ha hecho ahora de la mano del bailaor y coreógrafo Gero Domínguez.

Danza y ajedrez

Los bailaores Gero Domínguez (i), Rocío Barriga (c) y Lucía Vázquez durante el ensayo de la obra 'Peón Coronado' dirigida por Thierry Bruehl, director del Festival de Ópera de Bolsillo de Salzburgo quien ha dicho: "La Semana Santa de Sevilla es la ópera más grande del mundo" , en el auditorio de Tomares (Sevilla).EFE/Laura Rincón

“Peón coronado” es el título del que también es el primer espectáculo de danza que dirige Bruehl y que será estrenado en el malagueño Teatro Cánovas el próximo jueves, con el propio Gero Domínguez y las bailarinas Lucía Vázquez y Rocío Barriga sobre un escenario desnudo en que dominarán los colores del ajedrez, el blanco y el negro.

Sobre una idea original de Gero Domínguez, Bruehl ha marcado una dramaturgia basada en el ajedrez, con solo tres personajes, un peón, un rey y una reina, cuyos movimientos sobre el tablero, con sus limitaciones y su poderío, se trasladan al escenario en unas coreografías -el espectáculo tendrá una hora de duración- que mezclan los pasos flamencos con los movimientos de la danza contemporánea.

La reina efectuará una de sus danzas tocada con un capirote -otra vez la Semana Santa- de algo más de dos metros de altura, lo que unido al color rojo de la reina que surge cuando el peón consigue atravesar todo el tablero y “coronarse”, será uno de los momentos más sorprendentes de la primera incursión en el flamenco de Bruehl.

El director, que ha jugado al ajedrez desde niño, aunque aclara que como simple aficionado, ha explicado que en muchos aspectos este juego es una metáfora de la vida: “Si das un paso va a condicionar los pasos siguientes y las siguientes decisiones que tengas que adoptar”.

“El viaje del peón es el más largo y arriesgado, pero si lo culmina se transforma en reina, una figura que también me ha servido para expresar y representar la confrontación entre el hombre y la mujer, pero todo de una manera muy sencilla, con una escena blanca y alguna sombra negra, y solo con los tres bailarines”, ha explicado el director y dramaturgo.

Relación con los cuerpos

El espectáculos cuenta con otros elementos interpretativos, como la risa de las bailarinas, pero solo se pronuncia una palabra, “¡Jaque!”, que será determinante en los movimientos coreográficos.

“Vengo del teatro, mi  lenguaje y mi gramática son las palabras o, como en el caso de la ópera, la música y el canto; y en este caso todo se expresa en relación con los cuerpos, y solo con la danza vamos a contar el viaje de los tres personajes, y qué va a pasar con el peón hasta su coronación”.

Bruehl nació en París tres meses antes de la revolución de Mayo del 68, vive en Berlín y trabaja en Salzburgo, tiene doble nacionalidad francesa y alemana, su familia es originaria de Nimes, a lo que achaca parte de su relación con el Sur, además de al hecho de que sus padres se conocieran en Tarragona haciendo un curso de español.

A esa genealogía achaca que cada vez que vuelve a Berlín eche en falta el sol y la luz de Sevilla y de su plaza de toros ¿Pero es que también le gustan los toros, señor Bruehl?: “Muchísimo, muchísimo; la primera vez fui en Sevilla y vi a Morante…. era posible tanto arte con esa tranquilidad”.