Madrid, 11 mar (EFE).- La Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) abre desde este martes las puertas de la exposición ‘Ángeles y demonios’, con la que honra a sus socios represaliados por motivos políticos durante la Guerra Civil y la posguerra y salda así una “deuda histórica” con ellos.
La exposición, ubicada en la sede de SGAE en Madrid y de acceso libre hasta el 22 de abril, recoge más de 200 documentos de archivo, fotografías, piezas de vestuario u objetos personales de 25 autores represaliados, perseguidos y depurados entre 1932 y 1945, como Federico García Lorca, María Lejárraga, Manuel Azaña o Pedro Muñoz Seca.
La investigación que ha dado fruto a esta exposición y a un libro homónimo comenzó en 2021, cuando la entidad, fundada a finales del siglo XIX y encargada de gestionar los derechos de autor de obras en España, se propuso “saldar la deuda histórica” con sus socios represaliados, ya sean escritores, músicos, dramaturgos, compositores, cineastas o coreógrafos.
El presidente de la SGAE, Antonio Onetti, ha subrayado que ‘Ángeles y demonios’ busca enseñar “qué fue de sus socios” y reflexionar sobre “la enorme pérdida” que las represalias de ambos bandos de la Guerra Civil supusieron para la cultura española.
“No hemos hecho esta investigación para entrar en el debate de la memoria histórica, no caemos en esta polarización a la que parece que ahora estamos condenados. Nosotros estamos con la democracia, con los derechos humanos y con nuestros autores”, ha mencionado Onetti.
En declaraciones a EFE, el presidente ha expresado que lo que más le ha gustado de esta investigación ha sido “descubrir cómo unos autores defendían a otros autores, independientemente del bando en el que estuviera cada uno”.
Cuatro fases de exposición y un libro

La exposición, que tiene como imagen una viñeta de Lorca y Muñoz Seca, ambos fusilados al inicio de la Guerra Civil a manos de distintos bandos, está dividida en cuatro zonas diferenciadas, referidas a la Segunda República, la Guerra Civil, la posguerra y el exilio.
Durante el recorrido, se pueden observar piezas auténticas como las partituras originales de ‘Viva la República’ o ‘Cara al sol’, el vestuario real y las botas de ‘Katiuska’ en Madrid, la batuta y el chaqué del compositor Pablo Solozábal, la pluma y el diario del libretista Guillermo Fernández Shaw, o fotografías y partituras reales de Federico García Lorca.
Destacan también las blusas y botas del cantante Miguel de Molina, el baúl-ropero con el que el dramaturgo Gregorio Martínez Sierra se exilió o borradores de cartas mecanografiadas del compositor Manuel de Falla.
La comisaria de la exposición, Maribel Sausor, ha destacado que su intención era reflejar el lado más “humano” de los socios de la SGAE. “Muy pocos sabemos que el maestro Francisco Alonso llevaba un bastón a todos sus conciertos; es imposible no emocionarse al ver la máquina de escribir en la que María Lejárraga escribía sus obras o esas camisas que Miguel de Molina se cosía él mismo para sus actuaciones”, ha explicado.
La autora del libro ‘Ángeles y demonios’, María Luz González Peña, ha reconocido que “han sido cuatro años de trabajo muy intenso, muy emocionante y muy duro, porque las cosas que se cuentan son muy duras”.
González Peña ha agradecido a las familias de los autores por sus aportaciones y ha manifestado que su deseo de que la exposición se vaya completando a lo largo de los años: “Queremos que esto sea un punto de partida, es la primera parte de la deuda que SGAE tenía con sus autores”.
