Lourdes Uquillas
Redacción Medioambiente, 23 may (EFE).- La situación del agua en el mundo “no es tan buena debido a varios riesgos”, entre ellos el cambio climático y el aumento de las temperaturas, que provocarán una mayor evaporación del agua, asegura en una entrevista con EFE la hidrogeóloga y científica francesa Dominique Darmendrail.
Darmendrail es especialista en gestión del agua y de los entornos contaminados, ha ocupado diversos cargos como experta científica para el Ministerio francés de Ecología y la Comisión Europea, como gestora de investigación, en el Servicio Geológico Francés ((Bureau de Recherches Géologiques et Minières, BRGM) y la Agencia Nacional de Investigación francesa (ANR). En 2024, fue reconocida “Caballero” de la Legión de Honor.
Cuatro riesgos
La hidrogeóloga francesa, autora de más de cien publicaciones científicas, cuyo trabajos han contribuido al desarrollo de políticas europeas y francesas en materia de suelos contaminados, sostiene que para hablar del “agua, un bien común”, se deben abordar cuatro “riesgos”, entre ellos, la gestión y gobernanza de los recursos hídricos, el acceso al agua y el saneamiento, la contaminación, el cambio climático, la migración y el aumento de la urbanización.
Sobre la gestión y gobernanza, dice, es necesario pensar en cómo combinar la demanda y los recursos hídricos existentes, porque “la demanda es muy alta y los recursos que están disminuyendo”, ya que “no son totalmente infinitos”, asegura.
En relación al acceso al agua y al saneamiento, recuerda que “1.800 millones de personas en el mundo carecen de acceso al agua o saneamiento, e incluso en Francia o en España, la situación en los últimos años ha sido de escasez de recursos hídricos”. Por ello, sostiene “la cuestión es cómo garantizar el acceso”.
En cuanto a la contaminación, explica, “existe una relación directa con la salud humana, pero también con los ecosistemas”, dado que si el agua está contaminada se reduce el volumen que puede ser utilizado para el agua potable y para tener un medio ambiente sano para los servicios de los ecosistemas.
En relación al cuarto punto, “se trata del riesgo y, en particular, con relación al cambio climático, pero también a la migración o la urbanización, porque cuando se urbaniza se pone hormigón en el suelo que reduce la recarga de las aguas subterráneas”.
Crisis climática y agua
“La situación no es tan buena” en relación al agua en el mundo, asevera, y recuerda que en lo que respecta al cambio climático, el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), señala que “la temperatura está aumentando y que, por el ascenso de un grado más adicional, también se produce un 7 % de evaporación adicional, lo que significa menos agua para el suelo, los ríos, los humedales, los acuíferos y las aguas subterráneas”.
Con estas estimaciones del IPCC, dice, “en Francia habría entre 3,5 a 6 grados adicionales en verano y en invierno entre 2,5 a 4,5 ºC grados adicionales”, lo que significa “una gran cantidad de agua que volverá inmediatamente a la atmósfera”.
En España puede ser “aún peor, asegura, porque está más al sur, donde según las estimaciones del IPCC las precipitaciones irán disminuyendo”.
El agua en América
Subraya que al mirar los resultados de algunos estudio científicos, en Estados Unidos “no tienen la forma más óptima de utilizar el agua”, como en California, donde se utiliza “una gran cantidad de agua para piscinas o la agricultura”, entre otros usos, a pesar de que la vegetación está tan seca. Cuando surgen incendios, “es realmente difícil su manejo”.
En Brasil, donde ha estado varias veces, “tienen muchos problemas de deforestación que generan más erosión y menos infiltración, lo que está provocando que el suelo se está secando, y la recarga es menor”.
Mientras, en Chile, donde también ha trabajado, señala que “la prioridad en este momento es saber exactamente cuáles son sus recursos y reservas”.