La situación financiera de hogares y empresas se fortalece frente a la de administraciones

Arturo, un joven zaragozano, en la cocina de su casa. EFE/Javier Cebollada

Madrid, 27 may (EFE).- Los hogares y las empresas españolas han fortalecido su situación financiera y presentan niveles de endeudamiento reducidos en la comparativa histórica, pero la de las administraciones públicas continúa siendo más vulnerable y existe el riesgo de que aumente con el incremento del gasto militar.

Así lo recoge el Informe de Estabilidad Financiera dado a conocer este martes por el Banco de España.

Según este análisis, la política monetaria de descensos de tipos de interés del Banco Central Europeo (BCE) ha comenzado a reducir la carga sobre la renta para hogares y empresas, aunque permanece en el entorno de los niveles más elevados de la última década.

La carga por intereses disminuyó ligeramente hasta situarse en el 2,6 % de la renta de los hogares en el cuarto trimestre de 2024 y el Banco de España espera que siga reduciéndose en 2025.

En la segunda mitad de 2024, el ahorro de los hogares se mantuvo en niveles elevados, impulsado por el dinamismo de la renta, con un crecimiento interanual medio de la renta de los hogares en el periodo del 7,6 %.

El ahorro de las familias se mantuvo en niveles elevados desde una perspectiva histórica y se situó en el 13,8 % de la renta en la segunda mitad de 2024.

El endeudamiento de los hogares continuó descendiendo y la ratio de deuda sobre renta se situó en el 67,9 % a finales de ese año, nivel que no se veía desde el año 2000.

Los pagos por intereses de la deuda comenzaron a reducirse ligeramente a finales de 2024, tras duplicarse durante el ciclo de endurecimiento de la política monetaria.

Además, el porcentaje estimado de hogares endeudados que tienen una carga financiera elevada -superior al 40 % de la renta— se ha reducido 1 punto porcentual desde 2022, hasta situarse en el 7,4 % en 2024, una reducción que ha sido mayor entre los hogares con menores ingresos (3,1 puntos porcentuales).

Sin embargo, las administraciones públicas tienen una ratio de endeudamiento sobre el PIB del 101,8 %, pese a que en 2024 se redujo en 3,3 puntos porcentuales; y el déficit público se situó en el 3,2 % del PIB en 2024, tres décimas menos que un año antes.

El gasto militar puede elevar el endeudamiento

El Banco de España cree que los niveles de endeudamiento y de déficit público de las administraciones descenderán sólo moderadamente en los próximos años y considera que el previsible incremento del gasto militar «eleva el riesgo de que el endeudamiento público español se desvíe por encima de las previsiones».

Según el Banco de España, el elevado endeudamiento público reduce la capacidad de usar la política fiscal para absorber potenciales perturbaciones adversas sobre la economía e implica una mayor sensibilidad del gasto público a un posible endurecimiento de las condiciones de financiación.

En su opinión, una mayor concreción del Plan Fiscal y Estructural de Medio Plazo 2025-2028 (PFEMP) del Gobierno de España, que dice que carece actualmente de medidas específicas para su cumplimiento, contribuiría a contener esos factores.

El endeudamiento público continuó siendo elevado en 2024 en términos históricos y fue 4,1 puntos porcentuales superior al de antes de la crisis de la covid-19.

Las proyecciones del Banco de España del pasado mes de marzo anticipaban un déficit del 3,4 % del PIB en 2024, que se reduciría hasta el 2,8 % en 2025 y el 2,6 % en el bienio 2026-2027.

La mayor parte de la reducción prevista entre 2024 y 2027 provendría de la desaparición definitiva de las medidas temporales de apoyo ante la crisis energética y de los gastos extraordinarios registrados en 2024 por sentencias y las riadas e inundaciones en Valencia.

Riesgos para hogares y empresas

El Banco de España advierte de que, si se materializan los riesgos geopolíticos surgidos en los últimos tiempos, afectaría a la renta de hogares y empresas, y reduciría la capacidad de pago de sus obligaciones financieras, lo que provocaría para el sector bancario un mayor coste por provisiones por deterioros del riesgo de crédito.

Además, el incremento de los costes financieros presionaría la carga por intereses y la calidad crediticia de hogares y empresas, y el sector bancario afrontaría una financiación más cara y su rentabilidad iría a la baja por el deterioro de la calidad crediticia. EFE