Riga, 25 sep (EFE).- La socialdemócrata Inga Ruginiene y su Ejecutivo de coalición integrado por su partido y por la Unión de Agricultores Lituanos, Verdes y Familias Cristianas (LVZKSS) y el populista Amanecer del Nemnuas (NA) juraron este jueves sus cargos ante el Parlamento o Seimas, después de que éste diera luz verde a su programa de Gobierno.
El nuevo Ejecutivo y su plan para gobernar el país báltico recibieron 80 votos a favor y 40 en contra, mientras que dos diputados se abstuvieron.
Inmediatamente después de la votación, la primera ministra designada y el resto del gabinete -cuya composición fue objeto de numerosas disputas políticas en los últimos días- juraron sus cargos uno por uno.
El nuevo Gobierno, formado tras la dimisión del primer ministro socialdemócrata Gintautas Paluckas este verano debido a un escándalo de corrupción, mantiene en sus puestos al ministro de Exteriores, Kestutis Budrys, y a la ministra de Defensa Nacional, Dovile Sakaliene.
Tres carteras fueron a parar a manos de NA, cuyo líder Remigijus Zemaitatis ha sido acusado de realizar declaraciones antisemitas, y en particular su elección de Ignotas Adomavicius, el director de una fábrica de pasta, para el cargo de ministro de Cultura ha desatado la polémica en los últimos días.
Varios miles de ciudadanos, entre ellos trabajadores del sector cultural, se concentraron cerca del Seimas en la capital lituana de Vilna para protestar por el nombramiento de Adomavicius.
El programa de Gobierno aprobado por el Seimas se compromete a incrementar el gasto en defensa, a reforzar la cooperación con los socios de la OTAN y a seguir apoyando a Ucrania.
En el plano doméstico, el Ejecutivo se centrará en mejorar las condiciones de vida para las familias y los niños, con planes para incrementar la financiación para la educación informal e introducir comedores escolares gratuitos para los alumnos de primaria.
Además, el programa promete mejorar el estado de las carreteras y aumentar la inversión en energías renovables.
En el debate previo a la aprobación en el Seimas, la oposición criticó tanto el programa como las negociaciones para la formación del gabinete y las disputas en el seno de la coalición.
Saulius Skvernelis, líder de la Unión Democrática ‘Por Lituania’, cuyo partido formaba parte de la alianza bajo Paluckas, pero que no se unió al Gobierno de Ruginiene, habló de un programa «poco profesional» que, según aseguró, ninguno de los ministros designados había ayudado a diseñar.
En respuesta a Skvernelis, Ruginiene enfatizó que el acuerdo de coalición es una continuación del programa del Gobierno de Paluckas, cuya labor pretende continuar.
«Los partidos que forman la coalición se asientan sobre procesos democráticos. Puede que ese proceso de toma de decisiones le parezca extraño, pero será justo y democrático», replicó la primera ministra, citada por la televisión pública LRT.
Ruginiene también defendió el acuerdo por el que Adomavicius -un pariente lejano del líder de NA- ha sido nombrado ministro de Cultura pese a las protestas por su falta de experiencia política y al escepticismo del presidente Gitanas Nauseda.