La tecnología y el arte danzan en ‘CONTINUUM’, una exposición en Caracas de Elías Crespín

Fotografía de una obra del artista venezolano Elías Crespín este miércoles, durante su exposición 'CONTINUUM' en Caracas (Venezuela). EFE/ Miguel Gutiérrez

Caracas, 28 may (EFE).- Donde se fusionan el arte y la tecnología está el venezolano Elías Crespín, quien inauguró este miércoles en Caracas la exposición ‘CONTINUUM’, en la que pone a bailar a diversos elementos geométricos suspendidos en el aire y conectados a un sistema que, según explicó a EFE el artista electrocinético, responde a una programación informática.

En la Hacienda La Trinidad, ubicada en la capital de un convulsionado país donde semanas parecen días y estos horas, el tiempo vuelve a transcurrir a su ritmo original, a cuyo compás se mueven elementos de materiales como acero, aluminio y plexiglás en un total de nueve obras, que siguen los pasos fijados por la informática, la coreógrafa de estas interpretaciones.

“La obra es el tiempo mismo. Hay una relación muy cercana entre movimiento y tiempo, e indisoluble”, expresó Crespín.

Barras, tubos, marcos, aros y triángulos danzan la melodía del silencio y, además, crean una infinidad de figuras entre ellos, sus sombras y desde las distintas perspectivas del espectador, a cuya vista no está el sistema responsable de los movimientos.

Crespín, caraqueño residenciado en Francia desde 2008, explicó, en conversación con EFE, que las figuras cuelgan amarradas de náilones que están enrollados en poleas de pequeños motores eléctricos, los cuales están “conectados, a través de un sistema electrónico, a una computadora”.

Se trata, prosiguió el informático, de una “interfaz entre la computadora y los motores y, a su vez, los elementos”.

Entretanto, en el ordenador “está grabada una secuencia numérica que representa” los movimientos y otra que “representa la geometría de la obra”, y juntas envían instrucciones a los motores “para que la danza que está en esos archivos especificada se materialice delante de los ojos del espectador”.

Inspiración

El artista venezolano Elías Crespín habla durante una entrevista con EFE este miércoles, durante su exposición 'CONTINUUM' en Caracas (Venezuela). EFE/ Miguel Gutiérrez

Nieto de artistas e hijo de matemáticos, Crespín recuerda como uno de sus momentos más inspiradores para su trabajo “el encuentro”, en el año 2000, con ‘Cubo de Nylon’ del reconocido artista cinético venezolano Jesús Soto (1923-2005), durante el que se preguntó qué pasaría si usaba “funciones dinámicas” que ya había “programado en computadoras” para mover un objeto tridimensional.

Y se respondió: “Sería algo, tal vez, interesante”.

Hoy su obra, desarrollada también gracias a experimentos y descubrimientos propios en el ámbito de la computación y nutrida por otros referentes como el italiano Gianni Colombo y el argentino Julio Le Parc, es conocida en el mundo y se ha expuesto en países como Ecuador, Estados Unidos, Francia, Bélgica, Alemania, China y Corea del Sur.

En enero de 2020, se convirtió en el primer artista latinoamericano que expone de forma permanente en el Museo del Louvre, París, con la obra ‘L’onde du midi’ (La onda del mediodía), una danza en suspensión construida con un programa informático concebido por el propio creador.

Ahora, visitar su ciudad natal y exponer al público caraqueño, oficialmente a partir del próximo sábado, es un “gran orgullo” y una “felicidad muy grande”, así como el cierre de un ciclo “en varios aspectos”.

“Uno, es volver a Caracas, mostrar tu trabajo en tu ciudad natal, (…) pero otro aspecto muy emocionante es que yo acompañaba a mi abuela a las inauguraciones de sus exposiciones, y ahora me toca a mí hacer las mías. Es algo muy bonito tener esa resonancia con la historia de mi abuela”, agregó Elías Crespín.

La exposición en Caracas es posible también gracias a la Embajada de Francia en Venezuela, entre otros patrocinadores.

Carlos Seijas Meneses

Fotografía de una obra del artista venezolano Elías Crespín este miércoles, durante su exposición 'CONTINUUM' en Caracas (Venezuela). EFE/ Miguel Gutiérrez