Granada, 30 jul (EFE).- La tercera campaña de excavación en los yacimientos de la zona arqueológica Cuenca de Orce, coordinada por la Universidad de Granada y financiada por la Junta de Andalucía, ha concluido con más de 700 fósiles exhumados en Venta Micena y el hallazgo de diversas herramientas líticas en Barranco León y Fuente Nueva 3.
En esta campaña, que comenzó el pasado 30 de junio, los arqueólogos han trabajado en tres yacimientos, entre ellos el de Venta Micena 4, un lugar donde se produjo una intensa interacción entre depredadores y presas, con una notable concentración de animales extintos de la región, informa la Universidad de Granada.
Los otros dos yacimientos han sido el de Barranco León, donde se encuentra el resto humano más antiguo de Europa occidental, y el de Fuente Nueva 3, un singular yacimiento en el que se desenterró a ‘Amparito’, una hembra de mamut devorada por humanos y tigres dientes de sable.
El profesor e investigador de la Universidad de Granada y responsable del proyecto, Juan Manuel Jiménez Arenas, afirma que el balance general de la campaña es «extremadamente positivo» en los tres yacimientos porque abre nuevas líneas de trabajo de campo.
A partir de ahora, una vez concluido el trabajo ‘in situ’, comenzará la fase de análisis que, según el investigador, deparará nuevas sorpresas.
La campaña de 2025 ha confirmado el potencial del yacimiento de Venta Micena, un entorno al borde de una charca donde se luchaba constantemente por mantenerse con vida.
En este espacio se han exhumado 700 fósiles que permitirán conocer con mayor detalle el comportamiento de los animales que habitaron Orce antes de la llegada del ser humano.
Un mandíbula de cría de hipopótamo
Destaca una mandíbula de cría de hipopótamo con un colmillo en desarrollo que aportará información sobre el crecimiento de esta especie, cuyos machos podían alcanzar las cuatro toneladas.
También se ha identificado una nueva concentración de huesos, con presencia destacada de caballos y bóvidos. En cuanto a los carnívoros, esta campaña ha sido especialmente relevante para el estudio de los cánidos, en particular del pequeño lobo ‘Canis mosbachensis’.
Desde el punto de vista arqueológico, el principal reto ha sido regularizar la superficie de excavación para revelar la topografía original del yacimiento, lo que facilita la comprensión de la distribución de los fósiles.
De los yacimientos excavados, Barranco León es clave para comprender el comportamiento de los antepasados más remotos porque fue aquí donde se identificaron los esferoides más antiguos de Europa, fabricados por el mismo grupo al que perteneció el individuo infantil del que se halló un diente de leche en 2002.
Primeros pobladores en practicar el reciclaje
La principal novedad de esta campaña ha sido la aparición de herramientas líticas reutilizadas tras haber cumplido su función original, lo que constata que estos primeros pobladores ya practicaban el reciclaje, especialmente en piezas de sílex, un recurso más escaso que la caliza.
Estas herramientas conservan en su superficie doble pátina: la huella inicial del tallador, el paso del tiempo y su reutilización posterior, lo que evidencia una reutilización posterior tras un periodo de inactividad.
Además de la industria lítica, el yacimiento sigue destacando por su riqueza en fósiles de fauna extinta, especialmente en el sector sur. Entre los nuevos hallazgos sobresalen una mandíbula de mustélido y un diente completo del caballo gigante Equus sussenbornensis.
En cuanto al de Fuente Nueva 3, considerado la última morada del Titán del Pleistoceno, reúne el mayor número de evidencias sobre los primeros pobladores de Europa. Aunque se excava desde 1991, esta campaña ha revelado un nuevo episodio de la vida humana en el denominado nivel 3, especialmente rico en útiles líticos de sílex y caliza.
Este hallazgo marca un punto de inflexión, ya que sugiere que el poblamiento humano hace 1,2 millones de años fue más continuo de lo que se pensaba.
Para investigar el papel del clima en esta persistencia, se ha priorizado el lavado de sedimentos, cuyos contenidos -particularmente restos de anfibios y reptiles- permitirán reconstruir las condiciones medioambientales de la época.
La industria lítica hallada destaca por su finura técnica y diversidad funcional. Se ha identificado, por ejemplo, una herramienta de caliza, posiblemente un yunque sobre el que fracturar frutos secos, junto con otras de gran tamaño destinadas a ser empleadas en diversas tareas.
Aunque el yacimiento ha proporcionado numerosos restos de mamuts -principalmente fragmentos de marfil- y de caballo, destacan especialmente un fémur de hipopótamo de gran tamaño (alcanzaría las tres toneladas), un premolar de leche de una cría de esta misma especie y un molar de oso.
