La UE acuerda normas para que los detergentes sean más seguros y sostenibles

Imagen de archivo de unos trabajadores que examinan botellas de detergente en una planta de Chengdu, en la provincia de Sichuan, China. EFE/Wang Xiaobo

Bruselas, 10 jun (EFE).- El Consejo de la UE y el Parlamento Europeo anunciaron este martes un acuerdo para que los detergentes vendidos en la Unión Europea sean más seguros para la población y el medioambiente.

«Las nuevas normas simplifican la comercialización y la libre circulación de estos productos en el mercado interior», indicó el Consejo en un comunicado.

La normativa pactada entre los Estados miembros y la Eurocámara, que aún debe adoptarse oficialmente, también establece medidas que «acompañan los desarrollos del mercado en términos de innovación de productos (como los productos de limpieza microbiana o detergentes que contienen microorganismos) y hábitos de los consumidores (como la venta a granel de detergentes y los sistemas de recarga)», añadió el Consejo.

«Al impulsar la biodegradabilidad, reducir sustancias nocivas y mejorar la información en el etiquetado, estamos haciendo nuestros productos cotidianos más seguros y ecológicos, sin añadir burocracia: una regulación inteligente, con resultados limpios», dijo la ministra de Sanidad de Polonia, Izabela Leszczyna, cuyo país ejerce este semestre la presidencia rotatoria del Consejo de la UE.

Se refuerza, además, el cumplimiento normativo y la seguridad de los productos importados, exigiendo a los fabricantes de fuera de la UE que designen a un «representante autorizado» que respalde el cumplimiento y actúe como «enlace» con las autoridades locales si fuera necesario.

También amplía y digitaliza mejor la información del etiquetado, incluyendo alérgenos de fragancias y conservantes, y se garantiza que la información de los fabricantes esté disponible para las autoridades y el personal médico, en particular para los centros de toxicología.

Asimismo, solicita a la Comisión que analice los posibles impactos de la reducción de los niveles de fósforo, y prohíbe las pruebas con animales.

En paralelo, otorga al Ejecutivo comunitario la posibilidad de «mejorar la biodegradabilidad de los tensioactivos en los detergentes», en particular, en las películas que recubren las cápsulas.

Bruselas también podrá fijar requisitos «más estrictos de biodegradabilidad para las películas poliméricas hidrosolubles utilizadas para encapsular detergentes» y dota al Ejecutivo con la capacidad de evaluar la evidencia científica sobre la necesidad de introducir criterios similares para otras sustancias orgánicas añadidas intencionadamente en los detergentes.

El pacto fija además una «cláusula de revisión» para hacer aún más estrictos estos objetivos en el futuro.

El acuerdo se detiene específicamente en la reducción de contenido de fósforo para pedir a la Comisión Europea que investigue «la viabilidad y los posibles impactos de reducir los niveles de fósforo en los detergentes», determinando «si dicha reducción no compromete la eficacia de los productos hasta el punto de que sea necesario aumentar su uso, lo que podría tener un impacto ambiental negativo».

La industria de los detergentes representó un 4,2 % del valor de producción del sector químico total de la UE en 2018, con un valor de mercado de 41.200 millones de euros (en 2020).

La fabricación de productos para todo el mercado, que incluye tanto productos de consumo como profesionales, implica alrededor de 700 plantas de producción diferentes en territorio comunitario.