La UE apuesta por una definición “amplia” del gasto en defensa en sus planes de rearme

F El ministro español de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo habla con el ministro holandés de Finanzas, Eelco Heinen, al inicio de la reunión del Consejo de Asuntos Económicos y Financieros (ECOFIN) en Bruselas, Bélgica, este martes.-EFE/ Olivier Hoslet
Bruselas, 11 mar (EFECOM).- Los Estados de la Unión Europea (UE) abogaron este martes por definir de manera “amplia” qué se considera gasto en defensa a la hora de decidir qué inversiones se beneficiarán de la flexibilidad fiscal que Bruselas prevé conceder a los Gobiernos para financiar el rearme del continente.España fue uno de los países que sostuvo esta postura en la reunión de ministros de Economía y Finanzas (Ecofin) de la UE, abogando por ir “más allá de una definición estricta” de defensa para incluir también conceptos como la protección de las fronteras, la ciberseguridad o las infraestructuras críticas, según explicó el ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo.”Hubo un amplio apoyo para una activación coordinada de las cláusulas nacionales de escape en todos los países (…). Los ministros apoyaron una definición amplia de gasto en defensa”, explicó el ministro de Finanzas polaco, Andrezj Domanski, cuyo país preside este semestre el Consejo de la UE, tras la reunión de los Veintisiete.En la misma abordaron el plan de la Comisión Europea para movilizar hasta 800.000 millones de euros para la defensa del continente gracias a la activación de estas cláusulas, que dan margen fiscal para que los países aumenten su gasto en este área hasta un 1,5 % del PIB sin exponerse a un expediente por déficit, así como a un instrumento de 150.000 millones de euros en préstamos financiado con deuda común.Los ministros se centraron en concreto en delimitar qué se considera gasto en defensa, la duración de la flexibilidad fiscal – que Bruselas prevé mantener cuatro años – así como las referencias para calcular el incremento de gasto en cada país.En este sentido, el ministro polaco explicó en una rueda de prensa que los países han decidido tomar 2021 como referencia para ese cálculo y, en cuanto a la definición, usar el marco estadístico internacional COFOG, aunque “aún se necesita más especificación”.Ese marco incluye dentro del concepto de defensa tanto la militar como la civil, la asistencia militar extranjera o la investigación y desarrollo ligados a defensa.El comisario europeo de Economía, Valdis Dombrovskis, argumentó que hay “varias ventajas” en usar esta referencia “ya establecida” puesto que “está en general en línea con la definición de la OTAN” y permite a la UE “avanzar rápido usando un concepto que tiene una base estadística sólida”.El ministro español explicó que en los próximos días los países trabajarán con la Comisión Europea para decidir qué elementos concretos se incluyen en la definición de gasto en defensa, que se utilizará en primer lugar para determinar qué conceptos quedan excluidos del cálculo a efectos de las reglas fiscales, pero también para ver qué proyectos pueden beneficiarse de financiación de otros instrumentos.”Veremos cómo aterrizamos un concepto que sea satisfactorio para todos”, dijo Cuerpo, quien señaló que “varios países” además de España apuntaron a las fronteras del Mediterráneo como “elemento esencial de protección y de seguridad del continente”.Pese a que la reunión de los ministros de Economía de la UE se centró en la definición de gasto militar y en el mayor margen presupuestario para inversiones nacionales en este ámbito, sobrevoló durante el encuentro la sugerencia de Alemania de reabrir las reglas fiscales para acometer de nuevo una revisión de las mismas.Sin embargo, esta idea no ha cosechado mucho apoyo entre el resto de capitales y así lo aseguró el ministro polaco en la comparecencia de prensa: “Nos quedamos con las reglas existentes, tienen suficiente flexibilidad para aumentar radicalmente el gasto en defensa”, dijo, para después subrayar que la UE también debe ser “creíble” a ojos de los mercados.También Italia llegó a Bruselas con una iniciativa que pone el foco en la movilización de capital privado valiéndose de una herramienta similar al antiguo ‘plan Juncker’, un instrumento que impulsaba inversiones del sector privado a través de avales y garantías públicas. Esta fue “bien acogida” por los socios, según el ministro español.