Bruselas, 5 jun (EFE).- El Consejo de la Unión Europea adoptó este jueves que se rebaje la protección al lobo en la Unión Europea, pasando de «estrictamente protegido» a sólo «protegido», si bien los Estados miembros tendrán libertad para preservar un estatus del ‘canis lupus’ más restringido en su legislación doméstica.
La modificación legislativa salió adelante con el voto a favor de todos los Estados miembros salvo por las abstenciones de España y Bélgica, a la que se sumó también Polonia, país que hace de árbitro porque ostenta la presidencia del Consejo de la UE.
La decisión de este jueves es un paso formal para actualizar la Directiva Hábitats, pues los Veintisiete -con la abstención de España, Polonia y Bélgica- ya se pronunciaron a favor de reducir la protección de ese gran carnívoro, como propuso la Comisión Europea de Ursula von der Leyen, y también el Parlamento Europeo, que avaló el plan con 371 votos a favor, 162 en contra y 37 abstenciones.
El cambio normativo busca alinear la legislación europea con el nuevo estatus adoptado en el Convenio de Berna, modificado a petición de la propia UE, que solicitó y consiguió que el estatus de protección del lobo pasara del Anexo II al III.
Bajo el régimen del Anexo II está prohibida cualquier forma de captura intencional o de muerte intencional -lo que incluye la caza-, así como la destrucción o el deterioro de los espacios de reproducción o de las áreas de descanso. También está proscrito el comercio y la detención de estos animales.
Pero con el Anexo III se permiten algunas de esas prácticas, a condición de «mantener la existencia de esas poblaciones fuera de peligro», con lo que otorga más flexibilidad a los países en la gestión de las poblaciones.
No obstante, cada país seguirá teniendo la posibilidad de mantener un nivel de protección más alto si así lo considera necesario.
España, junto a otros países como Irlanda o Eslovenia, lideró la campaña para mantener la protección, pese a que varias comunidades autónomas, las llamadas «comunidades loberas» (Galicia, Asturias, Cantabria y Castilla y León), habían presionado política y judicialmente para que al norte del río Duero se permitiera abatir lobos, dado el creciente número de ataques al ganado.
Finalmente, España también rebajará el estatus de protección de lobo en su legislación interna, después de que el Congreso aprobara en marzo que el ‘canis lupus’ saliera del listado de especies protegidas mediante una enmienda del PP a la Ley de Prevención de las Pérdidas y el Desperdicio Alimentario, que salió adelante con el apoyo de Vox, Junts y PNV.
La revisión de la normativa, criticada por organizaciones ecologistas, simboliza en parte el cambio de rumbo de la Comisión Europea en materia medioambiental, y en particular el acercamiento de su presidenta, Ursula von der Leyen, a los agricultores tras las protestas del año pasado del sector agrario contra Bruselas.
En pleno debate sobre la medida, con la Comisión preparando el terreno para revisar la protección al carnívoro, trascendió que un lobo había matado a un poni de Von der Leyen, llamado Dolly.
«Las manadas de lobos en algunas regiones de Europa se han convertido en un peligro real, especialmente para el ganado. Para gestionar de manera más activa estas concentraciones críticas, las autoridades locales llevan tiempo pidiendo mayor flexibilidad», declaró Von der Leyen en un comunicado al presentar la propuesta.
El cambio de categoría del lobo ha sido aplaudido por la plataforma que defiende a las grandes explotaciones agrarias europeas, Copa-Cogeca, por la Federación Europea de Caza y Conservación (FACE) y la Organización Europea de Propietarios de Tierras (ELO), pero ha recibido críticas de organizaciones ecologistas como WWF UE, BirdLife Europe, ClientEarth y la Oficina Europea de Medio Ambiente.