La UE pacta incrementar a cuatro horas el retraso de un vuelo para cobrar una compensación

Imagen de archivo de un panel de vuelos retrasados en un aeropuerto. EFE / Luis G Morera

Bruselas, 6 jun (EFE).- Los ministros de Transporte de la Unión Europea (UE) han acordado este jueves modificar la normativa comunitaria para incrementar de tres a cuatro horas el tiempo que debe retrasarse un vuelo para que los pasajeros tengan derecho a reclamar una compensación.

Imagen de archivo del secretario de Estado de Transporte y Movilidad Sostenible, José Antonio Santano. EFE/ Javier Cebollada

El texto, que contó con el rechazo de España, Alemania, Portugal y Eslovenia por considerar que la postura supone un retroceso en los derechos de los pasajeros, todavía tiene que negociarse con el Parlamento Europeo.

Según la posición acordada por los miembros de la UE, podrán solicitar una compensación económica de 300 euros los pasajeros de los aviones que se retrasen cuatro horas si el trayecto de un vuelo es de 3.500 kilómetros y de 500 euros en los vuelos que superen esa distancia y se demoren seis horas.

La legislación vigente prevé 250 euros a los pasajeros si el vuelo incurre en un retraso de tres horas o más al recorrer una distancia de 1.500 kilómetros, de 400 euros si el trayecto es de entre 1.500 y 3.500 kilómetros y 600 euros para vuelos más largos.

La revisión del Reglamento de Derechos de los Pasajeros Aéreos que apoyan los Estados miembros añade también nuevos derechos para las personas con discapacidad o problemas de movilidad y propone que las aerolíneas tengan que facilitar a los pasajeros un formulario automático para cursar sus reclamaciones.

La presidencia rotatoria polaca del Consejo de la UE calificó de «histórico» el acuerdo entre las capitales, que partía de una propuesta inicial planteada por la Comisión Europea en 2013.

El acuerdo supone una rebaja respecto a la propuesta inicial de Varsovia, que sugería elevar de 3 a 5 horas los retrasos que dan derecho a indemnización y que a lo largo de sucesivas modificaciones logró el apoyo de países inicialmente reacios como Eslovaquia, Bélgica, Países Bajos o Italia.

El secretario de Estado español de Transportes y Movilidad Sostenible, José Antonio Santano, se pronunció en contra de la última versión del texto retocada por la presidencia polaca para lograr evitar el bloqueo.

«No podemos apoyar la propuesta», dijo en la última ronda de intervenciones el secretario de Estado, quien reiteró que para elevar el umbral de horas de retraso para obtener compensación es una «línea roja» para España.

El acuerdo «empeora claramente la posición de los viajeros en nuestro territorio», agregó Santano, quien subrayó que el asunto es «muy sensible» en España.

No obstante, el titular español reconoció «que ha habido avances y un esfuerzo de negociación y algunos aspectos que nos interesaban que se han recogido».

En el debate previo durante la mañana, Santano había trasladado que otra de las preocupaciones de España era la falta de claridad en la definición de los «problemas técnicos» que podrían librar a las compañías aéreas de pagar indemnizaciones.

«Existe el riesgo de que cualquier fallo técnico pueda ser considerado como una causa eximente. España reclama una redacción jurídicamente precisa, que las causas técnicas no se utilicen de forma generalizada para evitar compensar», dijo.

También Alemania consideró que el acuerdo «supone una reducción del nivel de protección de los consumidores», circunstancia que esperan mejorar en la negociación con la Eurocámara, mientras que Portugal consideró inaceptable elevar las horas de indemnización porque es un país periférico.

Las aerolíneas, y quienes apoyaban flexibilizar el régimen de indemnizaciones, argumentan que la estricta política de compensaciones hace que las compañías a veces prefieran anular un vuelo que pagar por los retrasos.

Los países que preferían mantener las 3 horas consideran, en cambio, que ese argumento en pro de la competitividad de las aerolíneas no se sustentan en datos tangibles.

El comisario europeo de Transportes, el griego Apostolos Tzitzikostas, pidió a los Estados miembros durante el debate que se buscara un «equilibrio entre la protección efectiva de los derechos de los pasajeros y los efectos razonables sobre los transportistas se preserve», pero urgiendo a las capitales a llegar a un pacto.

«Si hoy no alcanzamos un acuerdo, esto puede tener enormes efectos en los pasajeros», dijo Tzitzikostas.

La asociación europea de consumidores, BEUC, señaló que los países de la UE intentan «revertir derechos clave de los pasajeros aéreos», porque «la mayoría de los retrasos se sitúan entre las 2 y las 4 horas», y pidió a los eurodiputados firmeza para «proteger los derechos fundamentales».