Quito, 10 jul (EFE).- La Unión Europea (UE) y el Gobierno de Ecuador aúnan esfuerzos para combatir el reclutamiento de menores por parte del crimen organizado, un fenómeno que no solo ocurre en la nación andina, aseguró Erica Gerretsen, directora de Desarrollo Humano, Migración, Gobernanza y Paz de la Comisión Europea.
Ese reclutamiento «es algo que estamos enfrentando colectivamente no solo como países sino como continentes. Por el futuro de nuestros países, debemos afrontarlo muy seriamente», dijo Gerretsen en entrevista con EFE.
Gerretsen presentó en Ecuador el Programa de Seguridad, Esperanza y Resiliencia para la Paz en Ecuador (Serpaz), una apuesta para el fortalecimiento de la institucionalidad, la cohesión social y la resiliencia comunitaria, en la que la UE invertirá más de 14 millones de dólares.
Serpaz tiene cuatro componentes: seguridad antilavado, seguridad penitenciaria, carga segura y comunidades resilientes, este último pone especial atención en el combate contra el reclutamiento de jóvenes por parte de grupos delictivos.
Dinero «que arruina»

La grave crisis de seguridad en Ecuador afecta particularmente a niños, niñas y adolescentes (NNA), mujeres, la población afroecuatoriana y personas en movilidad humana.
La Zona 8, que abarca la ciudad de Guayaquil, la más poblada del país, y sus vecinas Durán y Samborondón, es especialmente vulnerable, con 1.376 asesinatos reportados entre enero y mayo de 2025, un aumento del 90,58 % respecto al mismo periodo del año anterior, según datos que respaldan la puesta en marcha de Serpaz.
Gerretsen comentó que, precisamente en Durán y Guayaquil, se buscarán acercamientos con jóvenes para conocer sus necesidades, analizar alternativas para evitar que se enrolen con grupos criminales, y reflexionar sobre el peligro del «dinero fácil». «Es dinero sucio, es dinero que arruina al país, las vidas de los jóvenes y sus familias», anotó.
La provincia de Guayas, cuya capital es Guayaquil, ha sido identificada como la de mayor riesgo para el reclutamiento de menores por parte del crimen organizado.
Por ello, Gerretsen se desplazó este jueves al lugar para detallar los alcances del componente de Comunidades Resilientes, que busca la creación de oportunidades inclusivas y sostenibles para menores y jóvenes en contextos marcados por la desigualdad, exclusión y presencia de economías ilegales.
Construcción de paz

El enfoque combina intervención territorial, protección integral y promoción de oportunidades educativas, económicas y culturales.
Las acciones se orientan a generar entornos seguros y resilientes a través de formación técnica, participación juvenil, arte, deporte y redes comunitarias, con la participación de instituciones públicas, organizaciones sociales y juveniles, promoviendo una respuesta sostenible que reconoce el rol activo de los jóvenes en la construcción de paz.
Según un estudio de la Fundación Panamericana para el Desarrollo (PADF) y el Observatorio Ecuatoriano de Crimen Organizado realizado en nueve municipios con altos índices de violencia, entre ellos Guayaquil y Durán, uno de cada diez niños y adolescentes reconoció ser o haber sido parte de una banda criminal.
Ante el creciente reclutamiento de menores, el Gobierno de Ecuador creó un comité para erradicar el enrolamiento, rescatar a estos jóvenes y darles una alternativa distinta de futuro, si bien a la vez promulgó una ley que endurece las penas para los menores por delitos ligados al crimen organizado, con hasta quince años de privación de libertad.
Atención a mujeres
Serpaz busca activar una ruta de empleabilidad para jóvenes mediante la alianza de empresas privadas, el Gobierno y la Academia, así como la promoción del establecimiento y la expansión de pequeños negocios operados por jóvenes y mujeres.
Gerretsen recordó que las acciones de la UE están centradas en lograr equidad de género y por ello Serpaz pone énfasis en el trabajo con mujeres «porque muchas de ellas reciben el peso de la violencia que ocurre con sus hijos o maridos, y también sufren violencia de género y económica».
«También reciben el peso de cuando sus seres queridos están en prisión o han sido heridos, son ellas las que los deben cuidar», dijo al destacar la importancia de trabajar con las madres para que hablen con sus hijos de la importancia de no caer en las mafias.