Bruselas, 15 may (EFE).- La Unión Europea (UE) y Estados Unidos han acordado intensificar las negociaciones técnicas para llegar a un acuerdo sobre los aranceles impulsados por el presidente estadounidense, Donald Trump, con expectativas de que sea más ventajoso que los pactos que Washington ha alcanzado por el momento con Londres y Pekín.

El comisario europeo de Comercio, Maros Sefcovic, dijo en una rueda de prensa al término de un Consejo de ministros comunitarios del ramo, que así lo han decidido tras conversar ayer con el secretario de Comercio de EE. UU., Howard Lutnick, con quien habló sobre “las áreas potenciales en las que un acuerdo podría empezar a tomar forma”.
Además, aseguró estar en estrecho contacto con el representante comercial de EE. UU., Jamieson Greer, con quien espera reunirse próximamente en Europa.
“Mi punto de partida sigue siendo sencillo: la UE y EE. UU. comparten un vínculo comercial y de inversión único, nos enfrentamos a muchos de los mismos retos, por lo que lo más lógico sería encontrar soluciones conjuntas”, que lleven a un acuerdo “justo, equilibrado y duradero”, explicó.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha adoptado contra sus socios comerciales varias medidas arancelarias, algunas de las cuales han quedado en suspenso. Las que han entrado en vigor incluyen aranceles del 25 % sobre el acero, el aluminio y sus derivados; del 25 % sobre los automóviles, camiones ligeros y determinadas piezas de automóviles importados, y un arancel de base del 10 % aplicable a todos los socios comerciales de EE. UU.
En el caso de la UE, ese arancel del 10 % podría llegar al 20 % una vez que expire la actual pausa estadounidense, el próximo 9 de julio.
Por su parte, la Comisión Europea adoptó contramedidas ante los aranceles estadounidenses sobre el acero, el aluminio y sus derivados, pero a continuación las suspendió hasta el 14 de julio para dejar margen a las negociaciones.
Y actualmente estudia nuevas contramedidas -en consultas hasta el 10 de junio-, por valor de unos 100.000 millones de euros y que afectarían a productos agrícolas e industriales estadounidenses desde aviones a bourbon, si fracasan las conversaciones.
“Hemos dejado claro que las contramedidas no son nuestra primera opción”, recalcó Sefcovic, quien no obstante aludió a las consultas con las partes interesadas “sobre una lista de medidas de reequilibrio”: “Recopilaremos información, la analizaremos a fondo y procederemos con cautela: nada es automático”, apuntó.
Sobre qué solución los Estados miembros considerarían aceptable, los ministros europeos se mostraron hoy mayoritariamente de acuerdo en que esperan un resultado más ventajoso que el que, por ejemplo, el Reino Unido ha cerrado, que incluye el mantenimiento de aranceles generales del 10 %.
Para el ministro español de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo, no hay que mirar “aisladamente” el porcentaje de arancel que pueda quedar en el acuerdo con EE. UU., sino también los pactos sectoriales que se puedan lograr.
“Veremos cuál es ese arancel pero, en cualquier caso, no podemos solamente aislar un elemento, tenemos que ver cómo se equilibra el acuerdo final y espero que sea un acuerdo balanceado y justo”, comentó.
En cualquier caso, el subsecretario de Estado polaco responsable de Comercio, Michal Baranowski, cuyo país preside este semestre el Consejo de la UE, se mostró optimista: “A veces digo que hacen falta dos para bailar un tango, y creo que ahora tenemos a los dos, y quizá tengamos que movernos un poco más deprisa por ambas partes”, afirmó.
Los ministros también abordaron hoy las negociaciones comerciales en curso con otros países, y Sefcovic se mostró proclive a estudiar cómo acortar los procedimientos internos para aprobar los tratados que se van cerrando -como el del Mercosur-, que pueden llevar años.
Baranowski, además, confió en que para junio pueda comenzar la negociación con el Parlamento Europeo del reglamento relativo a la selección de inversiones extranjeras directas, los controles de las exportaciones y los controles de las inversiones salientes, así como sobre la gobernanza de la seguridad económica.