La UNRWA pide apoyo financiero para poder seguir prestando ayuda a los palestinos

El máximo responsable de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA), Philippe Lazzarini, este martes en una conferencia de prensa en Berlín. EFE/EPA/HANNIBAL HANSCHKE

Berlín, 24 jun (EFE).- El máximo responsable de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA), Philippe Lazzarini, llamó este martes la atención sobre la difícil situación financiera de este organismo y llamó a la comunidad internacional a mantener su apoyo político y financiero hasta que pueda transferir los servicios que presta a instituciones públicas capacitadas.

En una rueda de prensa en Berlín, Lazzarini advirtió de que la agencia cuenta hasta finales de este año con unos 200 millones de dólares y explicó que sólo en tramitar las nóminas de su personal necesita 60 millones al mes.

En este sentido, subrayó que la situación financiera es «extremadamente grave», hasta el punto de que el flujo de caja ya se gestiona semanalmente, el lugar de mensualmente o anualmente, sin capacidad de poder ver más allá de septiembre.

Además, la situación es aún más complicada que la de 2024, al haber suspendido Estados Unidos, el año pasado el principal donante, y Suecia, ente los diez primeros, su contribución a la agencia.

Advirtió de que sin financiación adicional, pronto habrá que tomar «decisiones sin precedentes» que afectarán a los servicios que presta la agencia a los refugiados palestinos en toda la región, y de que la pérdida del «efecto estabilizador» que tiene este organismo en la zona, cada vez más convulsa, «también tendrá sus consecuencias».

«Mi mensaje a los donantes en general es que necesitamos una movilización colectiva para asegurarnos de que el instrumento que ha puesto en marcha la comunidad internacional para servir a los refugiados palestinos se mantiene a flote, al menos hasta que acordemos la dirección a seguir» y hasta que «la agencia pueda transferir, como parte de un proceso político, los servicios propios de un gobierno a instituciones públicas capacitadas y preparadas al servicio de los palestinos».

Lazzarini se mostró convencido de que la ausencia de una transición ordenada o una repentina pérdida o reducción de los servicios de la UNRWA «no harán sino agravar el sufrimiento y la desesperación en todo el territorio palestino ocupado» que podría incluso desencadenar disturbios en los países vecinos, algo que la región «no puede permitirse, especialmente ahora», añadió.

Al mismo tiempo llamó a un alto el fuego en Gaza, a la liberación inmediata e incondicional de todos los rehenes israelíes y a facilitar la entrega de suministros bajo la dirección de Naciones Unidas, incluida la UNRWA y afirmó que «no hay otra alternativa para hacer frente al desafío del hambre que se extiende en la Franja de Gaza».

El máximo responsable de la UNRWA habló de una población confinada y cautiva, bombardeada, asediada y desplazada constantemente al referirse a la situación en Gaza, en donde «ningún lugar es seguro».

Criticó que el llamado mecanismo de ayuda, respaldado por Israel y Estados Unidos y que comenzó a operar en mayo, es «una abominación que humilla y degrada a personas desesperadas» y la calificó de «trampa mortal que cuesta más vidas de las que salva», por los numerosos episodios mortales que se han registrado cerca de estos puntos de distribución.

Por ello, agregó, «es necesario restablecer los principios humanitarios» y permitir a la comunidad humanitaria, incluida la UNRWA, que tiene la experiencia, «hacer su trabajo y proporcionar ayuda con respeto y dignidad».