Ginebra, 21 mar (EFE).- La población de Gaza está sufriendo un grave impacto psicológico al volver a sufrir el conflicto tras dos meses de relativa paz durante el alto el fuego, indicó en rueda de prensa uno de los responsables en la Franja de la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA).
“Esta vez es peor porque la gente ya está exhausta. Son personas cuya salud mental ya estaba degradada, y muchos de ellos seguían al borde de la hambruna”, indicó por videoconferencia desde Gaza el subdirector de UNRWA en la Franja, Sam Rose.
El responsable de UNRWA advirtió que si el alto el fuego no regresa, “habrá aún más pérdidas de vidas, de infraestructuras, y mayor riesgo de enfermedades infecciosas y trauma entre los dos millones de civiles que viven en Gaza, incluido un millón de niños”.
Rose admitió que había preparado su comparecencia ante la prensa de Ginebra hace una semana, con la intención de explicar cómo la UNRWA había logrado restaurar la atención médica para 200.000 personas y la educación para 50.000 niños, pero “todas las historias positivas se han acabado”.
El responsable de la UNRWA, agencia a la que se ha prohibido trabajar en territorio israelí, aseguró que aún hay posibilidades de volver al alto el fuego, y destacó la importancia de reanudar asimismo la liberación de rehenes y la llegada de ayuda humanitaria, que está interrumpida desde principios de este mes.
En la misma rueda de prensa, el portavoz de la Federación Internacional de la Cruz Roja (FICR), Tommaso della Longa, reiteró que la Media Luna Roja Palestina sigue atendiendo a diario cientos de llamadas de emergencia por fallecidos y heridos en los ataques reanudados esta semana.
“Los suministros médicos esenciales se están acabando, y los pasillos de las instalaciones sanitarias están abarrotados de personas en tratamiento, junto a otras que intentan averiguar si sus parientes han sobrevivido”, describió.
Della Longa indicó que a causa de la escasez de combustible en Gaza, menos de la mitad de las ambulancias y otros vehículos de emergencia de la Media Luna Roja (23 de 53) siguen funcionando.
“Nuestros colegas sobre el terreno también han denunciado que cada vez es más difícil para ellos y para otros civiles desplazarse a través de la Franja”, destacó el portavoz de FICR.
Agregó que la falta de agua potable está empezando a alcanzar niveles alarmantes y está aumentando la incidencia de enfermedades, especialmente entre niños.