Tokio, 13 mar (EFE).- Un mes antes de la inauguración de la Expo de Osaka, los retrasos en la construcción de los pabellones de algunos países continúan mientras la venta de entradas está por debajo del 60 % de los 14 millones establecidos como objetivo.
Si el ritmo de venta de entradas sigue siendo el mismo que hasta ahora después de la inauguración, parece difícil alcanzar los 14 millones y podría provocar que el balance operativo de la Expo entrase en números rojos porque el dinero obtenido con ellas está destinado a cubrir los gastos operacionales del evento, según datos recogidos por medios locales.
El coste de la construcción del recinto se estimó inicialmente en 125.000 millones de yenes (unos 774 millones de euros). Sin embargo, la cantidad se incrementó dos veces hasta los 235.000 millones de yenes (unos 1.455 millones de euros), casi el doble, por razones diversas como la subida del precio de los materiales o prepararse para situaciones adversas como el calor.
Para poder hacer frente a los gastos e incrementar el volumen de venta de entradas, desde la organización simplificaron el proceso de venta en línea y tomaron la decisión de vender las entradas el mismo día, algo que pretendían evitar en un principio.
El Ejecutivo nipón confía en que estas medidas sirvan para acelerar las ventas, y en que la evolución de las obras permita que el recinto esté listo para el día de su inauguración, según dijo en rueda de prensa el ministro portavoz del Ejecutivo, Yoshimasa Hayashi, al ser preguntado por estos temas.
“La Expo de Osaka es la oportunidad de mostrar lo atractivo de Japón al mundo y activar las zonas descentralizadas. Por tanto, el Gobierno está (…) haciendo un esfuerzo por promover un mejor ambiente para la venta de entradas (…), además de fortalecer la promoción del evento y el contenido de la Expo a través de revistas y redes sociales”, explicó Hayashi.
“Quedan 31 días, pero la venta de entradas está aumentando últimamente y se está intentando concluir las obras de pabellones a tiempo”, añadió.
Las encuestas, no obstante, muestran poco entusiasmo entre la ciudadanía nipona de cara al evento.
Solo un 22 % de los japoneses está interesado en visitar la Expo de Osaka, frente al 65 % que no planea hacerlo, según los resultados de un sondeo realizado la semana pasada por la agencia nipona Jiji.
Problemas y retrasos en la construcción de los pabellones
La Expo cuenta con 84 pabellones de Japón y el extranjero, de los cuales 69 fueron construidos por distintos países y empresas participantes, y su preparación está llegando a la fase final.
Sin embargo, de los 42 pabellones construidos por los países participantes, tan solo ocho -entre los que se encuentran Irlanda, Países Bajos y Corea del Sur-, han finalizado las obras a un mes de la inauguración de la Expo, por lo que la preocupación por los retrasos en la construcción es creciente, según informó la cadena estatal NHK.
Además de la tardanza de las instalaciones extranjeras en Osaka, los problemas con los trámites administrativos como la imposibilidad de abrir una cuenta bancaria en Japón -de la que la organización de la Expo debe retirar diferentes tasas y gastos como electricidad y agua- también dificultan tener todo listo a los países a un mes de la inauguración del gran evento.
La Expo de Osaka se celebrará durante seis meses entre el 13 de abril y el 13 de octubre de 2025 en la isla artificial de Yumeshima, situada al oeste de la bahía de Osaka y que conforma una de las tres islas artificiales construidas en los años 90 para crear un nuevo centro en la ciudad.
El evento que tiene como lema ‘Diseñando la Sociedad del Futuro para Nuestras Vidas’ tendrá un total de 160 participantes, según los últimos datos de la organización.