La vinicultura, un nuevo espacio donde ya beben la inteligencia artificial y la robótica

El Salón del Vino y la Aceituna de Extremadura se ha celebrado esta semana en Almendralejo (Badajoz) con numerosos stand empresariales, misiones comerciales nacionales e internacionales, concursos, catas y otras actividades. EFE/Ana Picón

Ana Picón

La extensión del uso de la inteligencia artificial (IA) y la robótica a numerosos sectores económicos parece no tener fronteras, pues ambos sistemas han llegado también a la vinicultura, donde ya se pueden utilizar tapones "inteligentes" de cuba que analizan todos los registros del vino y "brazos mecánicos" que hacen fotografías de datos. EFE/Ana Picón

Almendralejo (Badajoz), 30 mar (EFE).- La extensión del uso de la inteligencia artificial (IA) y la robótica a numerosos sectores económicos parece no tener fronteras, pues ambos sistemas han llegado también a la vinicultura, donde ya se pueden utilizar tapones “inteligentes” de cuba que analizan todos los registros del vino y “brazos mecánicos” que hacen fotografías de datos.

Javier Pastor, gerente de la empresa Pastor Ingeniería Automática, en el stand expositor del Salón del Vino y la Aceituna de Extremadura.EFE/Ana Picón

La introducción de estos sistemas de última generación tiene una razón de ser: amortiguar la disminución de la producción de vino, derivada del cambio climático, aportando calidad a los caldos e incluso ofreciendo “mano de obra mecánica” en los viñedos.

Así lo ha explicado en una entrevista a EFE el vicepresidente ejecutivo de la Fundación Europea para la Innovación (INTEC), Juan Francisco Delgado, durante su visita al Salón del Vino y la Aceituna de Almendralejo (Badajoz) que se celebra estos días.

Poco a poco la tecnología ha ido llegando para acometer numerosas funciones, como la disminución de fitosanitarios, el aprovechamiento del agua con riego inteligente, la agricultura regenerativa y para obtener datos “sobre lo que está ocurriendo” en tiempo real en los viñedos.

Ahora, la robótica ya es capaz de realizar labores de cuidado de viñas y hasta de recolección, una solución ante otro problema, “la falta de mano de obra” en el campo.

De hecho, una empresa ha creado un tapón de cuba capaz de analizar todos los datos del vino que hay en su interior, como la temperatura y la capa de levadura que se genera sobre la superficie del vino, denominada ‘velo’ y que impide el contacto con el oxígeno.

También la inteligencia artificial se ha hecho un hueco en este mundo del vino, especialmente en el sector del enoturismo, con la puesta en marcha de programas informáticos que simulan conversaciones entre usuarios y amantes del vino, y el desarrollo de visitas virtuales a bodegas con información de las mismas.

En esta feria extremeña los asistentes pueden contemplar cómo funciona un brazo robótico de una línea de embotellado que es capaz de hacer una foto a una botella para comprobar si llevan las cápsulas (protector de cuello) y si el corcho está bien puesto.

El gerente de la empresa Pastor Ingeniería Automatica, Javier Pastor, ha explicado a EFE que esta es solo una de las soluciones que se puede conseguir con la “robótica colaborativa” que se aplica en el sector vitivinícola.

“Hay una tendencia a automatizar y robotizar las industrias porque es hacia este marco donde va el mercado… quien no lo haga, no va a ser competitivo”, ha agregado.

Otra iniciativa, aunque en este caso en el sector del olivar, lo impulsa la empresa Penter, que ha presentado “soluciones de infrarrojos” que miden la composición de las aceitunas para una “rápida” clasificación y valoración del producto.

La aplicación de estas tecnologías permite aumentar un 20 % la rentabilidad de las empresas y reduce un 30 % los gastos, lo que supone, en definitiva, “un aumento de la eficiencia”, ha añadido el vicepresidente de INTEC.

A su juicio, las administraciones públicas deben jugar un “papel muy importante” en el impulso de la inteligencia artificial y de las nuevas tecnologías en el sector.