La violencia y asesinatos de trabajadores humanitarios siguen disparados en 2025

Imagen de Archivo del coordinador humanitario de la ONU, Tom Fletcher.
EFE/EPA/JUSTIN LANE

Ginebra, 19 ago (EFE).- La violencia contra los trabajadores humanitarios, encargados de prestar asistencia de la que dependen las vidas de las víctimas de conflicto y desastres, sigue disparada en 2025, cuando se teme que se rompa un nuevo récord de asesinatos contra estos profesionales, entre quienes se han registrado 265 muertes violentas en lo que va de este año.

«Los primeros ocho meses de 2025 no muestran signos de que se vaya a revertir esta inquietante tendencia», señaló la Oficina de Coordinación Humanitaria de Naciones Humanas (OCHA) al conmemorarse el Día Mundial Humanitario.

En este día los trabajadores humanitarios y sus simpatizantes conmemoran a los fallecidos, se solidarizan con quienes prestan servicio a las personas necesitadas y levantan su voz en favor de la protección urgente de los civiles y de las operaciones de ayuda.

Muchas víctimas entre el personal humanitario ocurren en ataques contra infraestructuras y espacios civiles, como hospitales o colegios convertidos en refugios para los desplazados por conflictos, oficinas de organizaciones de ayuda o en campamentos para la población que ha sido obligada a abandonar sus hogares.

Estos ataques violan de manera flagrante el derecho internacional humanitario y socavan los medios de subsistencia de millones de personas atrapadas en zonas de guerra y catástrofes.

Actualmente, los terrenos más peligrosos para los trabajadores humanitarios son, sin duda, el territorio palestino de Gaza, donde el año pasado murieron 181 trabajadores humanitarios, y Sudán, donde 60 personas perdieron la vida.

En total se registró el año pasado un récord de 383 trabajadores humanitarios asesinados y otros cientos resultaron heridos, un 31 por ciento más víctimas que el año anterior.

«Estos datos deben hacer que nos despertemos y hagamos un llamamiento para la protección de todos los civiles en conflictos y situaciones de crisis, y que reclamemos el fin de la impunidad», indicó OCHA, que coordina el trabajo humanitario en el terreno de distintas agencias de la ONU, así como de las organizaciones civiles de ayuda y socorro.

En 2023 se habían registrado 280 bajas dentro del personal humanitario.

La violencia contra los trabajadores humanitarios aumentó en 21 países en 2024 frente al año anterior, siendo los actores estatales los autores más comunes

Justamente este año se cumplen 75 años de la adopción de las Convenciones de Ginebra, que son la piedra fundacional del derecho humanitario internacional y establecen que en la guerra también hay límites, entre las cuales está la prohibición de atacar a partes que no son beligerantes.

Además de las víctimas mortales, en 2024 fueron heridos mientras cumplían su misión 308 trabajadores humanitarios, otros 125 fueron secuestrados y 45 detenidos.

En la gran mayoría de casos, las víctimas eran personal nacional de Naciones Unidas y de otras organizaciones humanitarias que servían en sus comunidades y que fueron atacados cuando cumplían su misión o en sus propios hogares.

«Los ataques a esta escala, con cero rendición de cuentas, son una vergonzosa muestra de la inacción y la apatía internacionales», señaló el coordinador humanitario de la ONU, Tom Fletcher.

«Como comunidad humanitaria, exigimos, una vez más, que quienes tienen poder e influencia actúen en favor de la humanidad, protejan a los civiles y al personal humanitario y hagan rendir cuentas a los responsables», añadió.