Venecia (Italia), 3 sep (EFE).- ‘La voz de Hind Rajab’ es la de una niña de seis años que fue asesinada por el Ejército israelí mientras pedía ayuda a la Media Luna Roja palestina. Y es también el título de una película presentada este miércoles, que dejó en shock al Festival de Venecia.
Un filme de la directora tunecina Kaouther Ben Hania, que compite por el León de Oro y que mezcla ficción y realidad para contar la historia de cómo, en enero de 2024, fue imposible salvar a la niña, la única superviviente del primer ataque contra el coche en el que viajaba con sus tíos y primos.
Ovacionada en sus primeros pases para prensa, la película era una de las más esperadas de la 82 edición del festival y ha cumplido las expectativas, con un multitudinario apoyo al filme como firme candidato al León de Oro, aunque también hay voces que lamentan la instrumentalización de la historia de la pequeña.
«Es un elemento que siempre se debate porque cuando amplificas la voz de los palestinos siempre te acusan de estar utilizándolos, pero no es más que otra forma de silenciarnos», señaló Ben Hania en una rueda de prensa.
Una comparecencia ante los medios que comenzó con la lectura de un comunicado de todo el equipo por parte de una de las actrices, Saja Kiliani, que interpreta a una de las trabajadoras de la Media Luna Roja que habló con la niña.
«¿No es suficiente? Basta ya de masacres, hambruna, deshumanización, destrucción y ocupación continua (…) este filme no es una opinión ni una fantasía, está anclado en la verdad, su voz (la de Hind Rajib) es una entre las decenas de miles de niños asesinados en Gaza los últimos dos años».
«Es la voz de cada hija y cada hijo con derecho a vivir, a soñar, a existir con dignidad, y todo esto les es arrebatado ante ojos impasibles. ¿Cómo hemos permitido que los niños tengan que luchar por sus vidas?», se preguntó el equipo, que quiere que la voz de Hind tenga eco en todo el mundo, que se acabe con el silencio sobre el genocidio y que se haga justicia ya, «por la humanidad y por el futuro de cada niño».
Al respecto, la realizadora señaló en rueda de prensa que confía en que «la Justicia será un día no solo simbólica». «En un mundo ideal habría Justicia para todos los que han sido asesinados, pero estamos un poco lejos de ese punto aún», agregó.
Tantos los actores como la directora se mostraron emocionados en al rueda de prensa tras la proyección de una película que se centra en las casi tres horas de grabaciones de las conversaciones de la Media Luna Roja con la niña, principalmente, pero también con su madre y con otro de sus tíos, que les contactó desde Alemania.
Con el trascurso de los minutos crece la impotencia de los miembros de la organización ante la necesidad de contar con la aprobación del Ejército israelí para poder mandar una ambulancia a rescatar a la niña, algo que logran al final. Pero cuando la ayuda está a punto de llegar, un nuevo ataque israelí mata tanto a la niña como a los dos hombres de la Media Luna Roja que acudían a sacarla de aquel infierno.
La voz de la niña estremeció hoy a los espectadores de Venecia, como lo hizo con los actores, que la escucharon por primera vez cuando empezaron a rodar el filme, ya que la directora no quiso que la oyeran durante los ensayos.
Todos ellos resaltaron que más que actuar, vivieron en primera persona el drama de la niña.
Amer Hlehel consideró que «era un deber» y «una obligación» hacerlo y era la forma de expresarse como artista, algo con lo que estuvo de acuerdo Clara Khoury, que además agregó que no actuaron: «En el momento en el que escuchamos la voz real de Hind, yo no era una actriz, era yo como ser humano reaccionando a su voz».
Mientras que la realizadora lamentó «la narrativa existente en todo el mundo diciendo que los que mueren en Gaza son un daño colateral». «Eso es deshumanizarlos y por eso el cine, el arte y cualquier expresión artística es importante para dar a estas personas una voz y una cara», insistió.
Algunas veces la forma en la que los medios de comunicación hablan de las víctimas «es una vergüenza», en opinión de la cineasta, que reconoció que a menudo se pregunta por la razón para hacer películas. «Pero es importante hablar alto», afirmó.
En este caso, su filme es también una forma de «honrar a esta niña pequeña, a su familia y a los sanitarios que estuvieron implicados»,
Una película que cierra con unas imágenes de la playa de Gaza, esa en la que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció que convertiría en una riviera vacacional. «Eso -agregó Ben Hania- me hace preguntarme en qué mundo vivimos».
Alicia García de Francisco