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La zona del incendio de Ibi (Alicante) presenta capacidad de regeneración, según expertos

Vista de los daños producidos por el incendio forestal declarado en el paraje San Pascual de Ibi (Alicante), el pasado mes de julio. EFE / Pablo Miranzo

Alicante, 10 sep (EFE).- Un estudio del incendio que a mediados de julio quemó 185 hectáreas entre Ibi y Alcoy (Alicante), muchas dentro del parque natural de la Font Roja, concluye que, a pesar de la magnitud del fuego, la zona presenta una alta capacidad de regeneración natural gracias a las especies rebrotadoras y al pino carrasco, que liberan semillas y favorecen la recuperación del bosque. 

La investigación ha sido realizada por la Fundación CEAM y la Universidad de Alicante a través del Departamento de Ecología y la Estación Científica Font Roja Natura UA, según ha informado este miércoles la institución académica en un comunicado.

 El área quemada se sitúa alrededor de la Sierra dels Barracons y el Menejador, dentro de espacios de gran relevancia ambiental. En concreto, se vieron afectadas 146,7 hectáreas del Parque Natural del Carrascal de la Font Roja y 10,5 hectáreas del Paraje Natural Municipal Sant Pasqual Torretes, así como microrreservas de flora, reservas de caza y montes gestionados por la Generalitat.

El estudio subraya que se trata de un entorno de gran riqueza ecológica y con especies singulares que requieren una atención especial después del paso del fuego.

La evaluación de la severidad muestra que la mayor parte de la superficie sufrió daños de intensidad media (63,3 %) o baja (33,2 %), con solo un 3,4 % de áreas de severidad alta.

El carrascal de solana, dominante en la zona, mantiene una notable capacidad de rebrote, mientras que los pinares asentados sobre antiguos bancales, más frágiles por la pendiente y la escasa retención del suelo, concentran un mayor riesgo de erosión y pérdida de sedimentos.

Recomendaciones de actuación

El equipo investigador considera que la respuesta al incendio debe centrarse, en primer lugar, en la seguridad y la prevención de riesgos. En este sentido, aconsejan extremar la vigilancia sobre la caída de troncos quemados en las pistas forestales del entorno del Menejador y del Mas del Canyo, donde la madera calcinada podría suponer un peligro para las personas y para la conservación de las vías.

Otra de las prioridades señaladas en el informe es la estabilización del terreno en las vertientes de pinar, donde la combinación de suelos inconsistentes, fuertes pendientes y bancales en mal estado aumenta de manera considerable el riesgo de erosión.

Para ello, los expertos proponen intervenciones de apuntalamiento controlado, de forma que los troncos se dispongan de manera transversal a la pendiente y actúen como barreras naturales ante la escorrentía.

El estudio también pone el foco en la necesidad de realizar un seguimiento próximo de las especies de flora y fauna más vulnerables, especialmente en las microrreservas de la Font Roja y el Mas de Torretes, donde se localizan plantas catalogadas como vulnerables y hábitats de gran valor ecológico.

Asimismo, los investigadores advierten de que los pinos parcialmente afectados pueden convertirse en un foco de plagas, por lo cual recomiendan la monitorización de escolítidos, insectos perforadores que podrían debilitar todavía más el ecosistema forestal.