Laila Ripoll: Mi compromiso con la CNTC pasa por fortalecer el legado del Siglo Español

La dramaturga, directora de escena y actriz Laila Ripoll, que desde enero está al frente de la Compañía Nacional de Teatro Clásico (CNTC), ha asegurado que su compromiso en esta nueva etapa es fortalecer el legado del Siglo de Oro español, llevarlo a la audiencia internacional y situarlo a la altura de otras compañías internacionales como la Royal Shakespeare Company o la Comédie-Française. EFE/Jesús Monroy

Aníbal de la Beldad

Almagro (Ciudad Real), 8 jul (EFE).- La dramaturga, directora de escena y actriz Laila Ripoll, que desde enero está al frente de la Compañía Nacional de Teatro Clásico (CNTC), ha asegurado que su compromiso en esta nueva etapa es fortalecer el legado del Siglo de Oro español, llevarlo a la audiencia internacional y situarlo a la altura de otras compañías internacionales como la Royal Shakespeare Company o la Comédie-Française.

En una entrevista con la Agencia EFE, coincidiendo con la celebración del Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro, Ripoll ha compartido sus visiones para esta emblemática compañía con la que reconoce ha mantenido un vínculo emocional desde el inicio de su carrera profesional.

«Mi conexión con la compañía es profundamente emotiva ya que fue el lugar donde inicié mi carrera profesional y en concreto en este festival. Ha sido una institución con la que he colaborado mucho desde hace muchísimos años, y ahora mismo estar al frente de ella es una responsabilidad enorme», ha asegurado.

Ripoll ha apuntado que reúne en su actual reto una mezcla de entusiasmo y respeto por el patrimonio teatral que representa la CNTC, decidida a iniciar una etapa dedicada a equilibrar tradición e innovación.

Elevar a la CNTC a niveles de otras instituciones europeas

La dramaturga, directora de escena y actriz Laila Ripoll, que desde enero está al frente de la Compañía Nacional de Teatro Clásico (CNTC), ha asegurado que su compromiso en esta nueva etapa es fortalecer el legado del Siglo de Oro español, llevarlo a la audiencia internacional y situarlo a la altura de otras compañías internacionales como la Royal Shakespeare Company o la Comédie-Française. EFE/Jesús Monroy

Entre los desafíos más destacados está la necesidad de elevar la Compañía Nacional de Teatro Clásico a un nivel comparable con otras instituciones europeas de renombre, como la Royal Shakespeare Company o la Comédie-Française.

«Aún tenemos camino por recorrer para alcanzar los estándares de otros países europeos», reconoce Ripoll, quien considera fundamental «perpetuar la tradición y conservar elementos valiosos de gestiones anteriores» para asegurar un crecimiento sostenido de la institución.

De hecho, uno de los objetivos prioritarios de su gestión será internacionalizar el repertorio español.

«Todos conocen una veintena de obras de Shakespeare o Molière pero debemos lograr el mismo nivel de reconocimiento mundial para Lope, Calderón y Tirso, al menos», defiende la directora.

Una estrategia basada en tres ejes

Para ello, ha trazado una estrategia basada en tres ejes fundamentales: la preservación y difusión del patrimonio teatral del Siglo de Oro; la apertura a nuevos creadores en el campo de las versiones y dramaturgias, y la experimentación con nuevos lenguajes escénicos, incluyendo danza y música de época.

En lo que respecta al Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro, seguirá siendo un pilar esencial para la CNTC bajo la dirección de Ripoll.

«El Festival de Almagro es nuestra segunda sede y la compañía tiene sus raíces en él. Sin el festival, quizá la compañía nacional tampoco existiría», enfatiza la directora, subrayando la relación simbiótica entre ambas instituciones mientras se aproxima el 40 aniversario de la fundación de la CNTC.

En cuanto al reto de conectar con el público contemporáneo, Ripoll está convencida de que es fundamental resaltar la emoción y la pasión inherentes a los textos clásicos y ha recordado cómo a ella misma, en su primera experiencia con ‘El castigo sin venganza’ de Lope de Vega, dirigida por Miguel Narros en el Teatro Español, esa emoción le llegó y la conmovió como espectadora.

De cara al futuro, Ripoll ha dicho que aspira a dejar un legado que no solo mantenga los altos estándares actuales de la compañía, sino que también logre renovar el público y reforzar la formación en teatro clásico.