Las Palmas de Gran Canaria, 11 ene (EFE).- Tras alcanzar la final de la Eurocopa, las semifinales de la Copa del Rey y luchar en los cuartos de final de la Liga Endesa, el entrenador del Dreamland Gran Canaria, Jaka Lakovic, se muestra «muy satisfecho» por la campaña 2024-2025 y remarca que, para ganar trofeos o sellar objetivos, «tienes que crear las oportunidades, y lo hemos hecho».
En una entrevista con EFE, el preparador esloveno admite que el resultado «siempre es el norte», pero pone el énfasis en el proceso, «que ha sido ejemplar», y que ha permitido al equipo conseguir, por segunda vez en su historia, repetir en una temporada llegar a semifinales europeas y coperas, además de jugar eliminatorias de play-off en la Liga Endesa.
El jefe del banquillo amarillo resalta que haber conseguido jugar la final de Eurocopa después de «ser terceros en el grupo de la muerte» y sellar unos play-off «extraordinarios tras ganar partidos exigentes e importantes a domicilio que demostraron el carácter y compromiso del equipo», le producen unas sensaciones que también sintió en Copa del Rey tras derrotar a Valencia Basket y alcanzar las semifinales como anfitriones.
No obstante, reconoce que durante el año ha habido altibajos, «algo normal en una temporada de diez meses, 65 partidos y más de 144.000 kilómetros en viajes», que pagaron en enero con «un bajón físico que provocó algunas derrotas», aunque valora haber sabido «leer estos momentos y responder ante caídas inesperadas».
Antes de pensar en fichajes, elegir entre Eurocopa o Liga de Campeones

Casi sin tiempo para descansar, Jaka Lakovic pone la mirada en la temporada 2025-2026. Para lo primero apela por elegir la competición europea a disputar antes de planificar la plantilla y los objetivos, una decisión «que va a tomar el club», de la que dice haberse alejado como entrenador y que se hará oficial «a final de semana».
Según Lakovic, el club debe elegir entre Eurocopa y Liga de Campeones de la FIBA teniendo en cuenta todas las razones sociales, económicas, estratégicas, posibilidades y oportunidades «porque no es una decisión que se toma para un año» y en la que el tiempo dirá «si es más o menos acertada».
Una vez seleccionada la competición europea, explica el técnico claretiano, entrará una planificación deportiva en base a los requisitos de la opción elegida, si bien garantiza que «las ideas están» y que la dirección deportiva, con Willy Villar al frente, ha estado activa incluso antes de concluir la temporada.
En la plantilla amarilla concluyen su vinculación contractual Caleb Homesley y Joe Thomasson, el pívot puertorriqueño George Conditt IV y el montenegrino, con pasaporte español, Jovan Kljajic, además de la vuelta de Ziga Samar al Alba Berlín.
Lakovic no ha dado muchas pistas sobre la confección del plantel de la próxima campaña, pero sí especifica que dependerá de las exigencias de los jugadores, de cómo vean su futuro y «de la visión a futuro del club» para tomar las decisiones de renovar o de rastrear el mercado para fichajes.
Sobre la posible continuidad del ala-pívot John Shurna, recuerda que «ha sido muy importante para el equipo en todos los niveles» y asegura que se sopesarán «todas las posibilidades» sin dejar de tener en cuenta «el trabajo y esfuerzo» diario del estadounidense.
«Nosotros estamos contentos y agradecidos con todo lo que nos ha dado en estos tres años John Shurna, no solo a nivel de estadísticas o rendimiento en el campo, donde ha tenido sus altibajos este año, sino con su compromiso y cómo representa al Dreamland Gran Canaria a todos los niveles», destaca.
El rompecabezas de los cupos

Otra de las piezas que tendrá que encajar la dirección deportiva atañe a los cupos de jugadores nacionales, un asunto «que se ha puesto muy difícil para todos los equipos en Europa», pero que tendrán que satisfacer en un mercado marcado por el éxodo de jóvenes jugadores que ponen rumbo a la NCAA, la liga universitaria de baloncesto de Estados Unidos.
Si la salida de Kljajic se consuma, y con la vuelta de Samar a Berlín, en plantilla tan solo quedarían Miquel Salvó y Massamba Diop -para competir en Liga de Campeones, si fuera el caso, se necesitan cinco cupos-, sin contar a Carlos Alocén, quien «volverá, pero no podemos garantizar cuándo para rendir al máximo nivel competitivo», y las dudas sobre Jakub Urbaniak.
En esa disyuntiva, Lakovic adelanta que están planeando involucrar en trabajos del primer equipo a jugadores como Dylan Bordón, quien ya debutó esta temporada, Lucas Maniema o Fynn Schott, «que están llamando a la puerta» y a los que quieren probar para ver «cómo y cuándo podemos contar con ellos».
Ante uno de los males endémicos del Gran Canaria, el rebote, «denominador común en partidos que se nos escaparon», Lakovic anuncia que buscarán en el mercado jugadores que tengan buena capacidad para rebotear, además de realizar trabajos individuales y colectivos, si bien «es tan específico que es complicado de entrenar».
Un proyecto que «sigue muy vivo»
Después de tres años en la isla, Jaka Lakovic está «muy contento en lo deportivo y en lo personal» y con ganas de continuar desarrollando un proyecto que «sigue muy vivo» tras tres temporadas «de máximo nivel», aunque con la ambición de «intentar romper el techo de cristal», pero, sobre todo, «estar ahí para tener posibilidades de romperlo» en dos campañas que le pueden ascender al olimpo de los técnicos claretianos.
«La verdad es que no pienso tanto sobre la huella que puedo dejar. No pienso que sea especial o qué historia se va a escribir sobre mí. Soy uno más que quiere hacer las cosas muy bien, intentando mejorar, analizando mis acciones y reacciones. Espero hacerlo mejor y más tiempo en el Gran Canaria para convertirme en un Jerry Tarkanian del Gran Canaria», esgrime, recordando la figura de uno de los grandes entrenadores de la historia del baloncesto universitario en EEUU.
Pablo Herrera y Daniel Herrera