Buenos Aires, 6 ago (EFE).- La cantante y actriz argentina Lali Espósito se pronunció este miércoles en favor del hospital pediátrico Garrahan, convertido en símbolo de las protestas contra los recortes del Gobierno de Javier Milei en el campo de la salud, y recordó un episodio en el que médicos de la clínica le salvaron la mano tras un accidente doméstico.
«Tuve un accidente y me salvaron la mano en el Garrahan. Una niña sin recursos. Hospital público, mega ídolos. Impensado que un accidente así pueda terminar bien», relató Espósito al programa de streaming Industria Nacional.
La artista explicó que se trató de un accidente doméstico sucedido cuando tenía siete u ocho años: «Jugando con mi hermano, me corté la mano mal (…). Casi pierdo los dedos por cómo me los corté, un drama total».
Tras el accidente, mencionó, fue atendida en el Garrahan, el mayor hospital pediátrico del país suramericano: «Me hicieron una operación de reconstrucción milagrosa que solo lo podría hacer el Garrahan y yo tengo mi mano, mis dedos. Imaginate, mi vida hubiera sido otra».
Situado en el sur de Buenos Aires, el hospital debe su nombre al reconocido pediatra argentino Juan Pedro Garrahan (1893-1965) y fue fundado en 1987 como centro pediátrico de alta complejidad.
Desde mayo pasado, los trabajadores de este hospital, ubicado en el sur de la ciudad de Buenos Aires, realizan huelgas y movilizaciones para denunciar la crisis estructural que vive el centro médico por salarios deprimidos y presupuestos insuficientes.
Ante esto, se ha convertido en la cara más visible de las protestas que también se dan en otros hospitales del país, al borde del colapso por las políticas de ajuste del Gobierno.
Las declaraciones de Espósito coinciden además este miércoles con un debate en la Cámara de Diputados sobre un proyecto de ley impulsado por la oposición que declara la emergencia en la asistencia sanitaria pediátrica por dos años, lo que obliga al Estado nacional a la inmediata asignación de recursos para los centros de salud y los salarios de los trabajadores del sector.
De acuerdo a datos del propio Garrahan, el año pasado el hospital atendió 633.293 consultas, realizó 9.999 cirugías y 115 trasplantes y logró dar el alta a 25.481 pacientes que habían sido ingresados.
El centro cuenta con 4.728 trabajadores en su planta, de los cuales más de 1.000 son médicos y otros profesionales de la salud con un alto grado de especialización.
El Garrahan es, además, un centro de docencia e investigación, donde cada año se capacitan unos 1.800 residentes, quienes también protestan por las bajas remuneraciones que reciben.
El hospital funciona de forma autárquica, pero se financia con fondos provenientes en un 80 % del Estado y el resto, de la ciudad de Buenos Aires.