El Salvador, 5 may (EFE).- Las agresiones contra la prensa en El Salvador se duplicaron entre 2023 y 2024 a 789 casos, lo que representa un aumento de un 154 %, de acuerdo con un informe presentado este lunes en el país.

En 2023 se contabilizaron 311 agresiones contra periodistas y medios de comunicación, señala el informe de la Asociación de Periodistas de El Salvador (APES) .

Hugo Sánchez, relator de la Libertad de Expresión de la APES, señaló durante la presentación del informe que el incremento fue de 478 casos más el año pasado, y que la mayoría de agresiones se registraron durante el período de las elecciones presidenciales y legislativas de febrero de 2024.
“Los periodistas en El Salvador han experimentado agresiones que van más allá de la mera restricción de su ejercicio periodístico cotidianamente, se ha llegado a agresiones que ponen el peligro la integridad física y porque no, la vida”, dijo Sánchez.
Explicó que las cinco principales agresiones que enfrentó la prensa en 2024 fueron la restricción al ejercicio periodístico con 254 casos (32,19 %), declaraciones estigmatizantes 113 casos (14,32 %), bloqueo al acceso de la información con 93 casos (11,78 %), acoso digital 82 casos (10,39 %) e intimidación con 53 casos (6,71 %).
El relator de la Libertad de Expresión de la APES señaló que también se reportan 13 casos de amenazas legales, lo que significa “el uso del sistema judicial como amenaza, e incluso como acción, en contra de periodistas”.
“En 2024, las agresiones contra la prensa, contra el periodismo han seguido un patrón que mezcla la censura indirecta, el descrédito, la criminalización (…) la violencia digital, la violencia física para limitar la libertad de prensa, esto de acuerdo con los datos que hemos recabado”, añadió el periodista.
Entre tanto, el presidente de la APES, Sergio Arauz, apuntó que los datos del informe “reflejan el ambiente en el que estamos viviendo (…) una situación más apremiante y más oscura”.
“Muy probablemente el informe del otro año se tenga que llamar: ‘Hacer periodismo, no es delito’, porque lo que está pasando en estos momentos es un paso más a la criminalización del ejercicio de periodismo”, analizó.
Arauz enfatizó que “los periodistas no somos delincuentes, hacemos un trabajo muy importante para las ciudades democráticas y para la democracia”.
La organización Reporteros sin Fronteras (RSF) señaló en un informe divulgado la pasada semana que en El Salvador “continúan” los “ataques sistemáticos” contra los medios críticos y que el país centroamericano ha descendido en la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa 2025.
El Salvador se ubica en el puesto 135 y, de acuerdo con RSF, “continúa su caída y acumula un descenso de 61 posiciones en la tabla desde 2020”.