La Habana, 31 mar (EFE).- Las disidentes cubanas Damas de Blanco denunciaron este lunes una nueva jornada dominical con más de una decena de arrestos temporales de integrantes de ese colectivo y de dos activistas que las acompañaban cuando se disponían a asistir a misa en La Habana y Matanzas.
Berta Soler, líder del movimiento Damas de Blanco, denunció en redes sociales el “quinto domingo represivo de la Seguridad del Estado contra Las Damas de Blanco” y quienes las acompañan.
Señaló que este domingo, ocho miembros del grupo pudieron acudir a iglesias de diferentes provincias de la isla “para orar por la libertad de todos los presos políticos cubanos sin excepción”.
En su caso personal, Soler relató que ella y su esposo, el ex prisionero político y activista Ángel Moya, fueron detenidos al mediodía del domingo tras salir de la sede de las Damas de Blanco, en la barriada habanera de Lawton.
Fueron conducidos a dos unidades policiales diferentes donde permanecieron hasta la mañana de este lunes cuando fueron liberados “en la vía pública sin amenazas, cargos o multas”.
El otro activista arrestado fue el histórico opositor y ex prisionero político Félix Navarro, quien dijo a EFE que fue nuevamente conducido a la estación policial de Perico, y antes de ser liberado recibió la quinta acta de advertencia consecutiva, en el sentido de que no puede acudir a la iglesia los domingos, según refirió en redes sociales.
Navarro, de 71 años y con una larga trayectoria en la oposición, se encuentra en libertad condicional tras su salida de prisión en enero último como parte del proceso de excarcelaciones de 553 personas iniciado a mediados de enero por el Gobierno cubano, resultante de una negociación con EE.UU. mediada por el Vaticano durante la Administración del demócrata Joe Biden.
El movimiento Damas de Blanco surgió por iniciativa de un grupo de mujeres familiares de los 75 disidentes y periodistas independientes detenidos y sancionados en marzo de 2003 a elevadas condenas de cárcel durante el periodo de represión conocido como la Primavera Negra.
A partir de entonces, las esposas, madres y otras familiares de aquellos presos se identificaron por ir siempre vestidas de blanco y, tras asistir a misa en un templo católico, comenzaron a realizar marchas dominicales para pedir su liberación y se convirtieron en un símbolo de disidencia.
En 2005, Las Damas de Blanco recibieron el Premio Sájarov a la Libertad de Conciencia del Parlamento Europeo.