Las explotaciones agrícolas recurren cada vez más a la búsqueda digital de mano de obra

Imagen de archivo de un grupo de temporeros sembrando las plantas de fresas en una finca de Cartaya (Huelva). EFE/Julián Pérez

Madrid, 27 jul (EFE).- La oferta y demanda de empleo para las campañas agrícolas se centraliza cada vez más a través de redes sociales, plataformas y aplicaciones de empresas de trabajo temporal (ETT), pese a la falta de relevo generacional en un sector muy condicionado por el calendario y el lugar de producción.

La plataforma digital «El Jornalero» incluye esta semana entre sus ofertas de empleo una dirigida a cerca de 200 personas que quieran trabajar en la campaña de mango malagueña en septiembre; en la de «Synergie», otra para que se incorporen 200 a la vendimia en Cambados y Portas (Pontevedra).

El primero de estos anuncios tiene ya más de 180 interesados inscritos, a los que se ofrece un contrato temporal y 60 jornadas de trabajo a 9,21 euros brutos/hora; en breve, este portal lanzará varias ofertas relacionadas con la campaña de aceituna de verdeo que demandará otros 500 jornaleros.

Según su director comercial, Cristóbal Guerrero, en estos seis años de andadura de El Jornalero, se constata que el sector se apoya cada vez más en la búsqueda y la oferta digital de cuadrillas para campañas agrícolas, pese a que es un sector con carencias de relevo generacional, en el que el 67 % de los agricultores tiene más de 55 años.

El segundo, según ha explicado a Efeagro el director regional de Synergie en Galicia, José Manuel López, es un aperitivo de lo que se demanda cada año para la vendimia en las denominaciones de origen vitivinícolas gallegas: unos mil puestos temporales para gente que, sobre todo, manifieste que tiene «ganas de trabajar».

En Galicia -ha señalado-, los empleos más demandados son los de peón agrícola, peón de bodega, tractorista, mecánico de maquinaria e ingeniero agrícola; pero, esa lista varía según la estación, el producto y la comunidad autónoma, y principalmente se cubre con trabajadores regularizados extranjeros.

En el portal de empleo Infojobs, la categoría que incluye puestos relacionados con la cadena alimentaria con más vacantes (136.497 entre enero y junio de 2025, un 17,5 % más que en el mismo periodo de 2024) es la de «compras, logística y almacén», para perfiles como mozo, operador de carretilla o conductor de vehículo de reparto.

 

Demandas laborales

Las asociaciones y sindicatos agrarios coinciden en que siempre hay problemas para contratar jornaleros en campañas de fruta, cítricos, aceituna o vendimia, debido a la singularidad del sector primario, sujeto a picos de producción y siempre pendiente de la meteorología y de conseguir rentabilidad en su actividad.

Ante este panorama, el secretario de Organización de Asaja, Juan José Álvarez, ha demandado que el Gobierno «agilice» parte de la regularización de los 500.000 inmigrantes que viven en España de forma ilegal y que, al igual que en la pandemia, permita en algunos casos que sea compatible el cobro de subsidios con salarios.

Ha reclamado, tras las «reiteradas subidas» del salario mínimo interprofesional (SMI) y «conseguir» este año, «que se puedan hacer contratos de 120 jornadas reales», que el sector tenga «más apoyo en materia laboral», con soluciones para el «absentismo», «formación» y «menos trabas» a nivel nacional y europeo para contratar.

 

Mecanización y carencia de jornaleros

El coordinador estatal de Unión de Uniones, Luis Cortés, ha coincidido con Álvarez en la necesidad de esa regularización y formación de migrantes que quieran trabajar con un permiso especial en el campo, y a la vez ha criticado que muchos españoles prefieran cobrar el subsidio cuando la agricultura necesita en su zona mano de obra.

A su juicio, la falta de jornaleros está provocando una «modificación de cultivos en España»: se sustituyen algunos por otros intensivos cuyo cuidado y cosecha se pueda mecanizar».

«En Extremadura, se han arrancado 4.000 hectáreas de frutales, y no porque no fueran rentables, sino porque no había mano de obra para recoger ciruelas y melocotones», ha puesto como ejemplo.

El responsable de Relaciones Laborales de COAG, Andrés Góngora, ha subrayado el papel del sector como «un referente para la creación de puestos de trabajo», aunque muy condicionado por los «puntas de producción», momentos en los que surgen más problemas de falta de mano de obra, incluso si se acude a una ETT.

En UPA, su secretario de inmigración y empleo agrario, Manuel Piedra, ha señalado que la búsqueda de empleados crea «problemas serios» no solo en la recolección, ya también hay una importante demanda de podadores, tractoristas, técnicos de drones y, sobre todo, de empleados para el manipulado y transformación en nave.

«En el campo, no sobra nadie», ha sentenciado Piedra, quien ha defendido la fórmula de la «entrada ordenada y circular de contingentes» de jornaleros por avión y por ferry desde otros países como ocurre en las campañas de frutos rojos de Huelva.

El responsable estatal de Agricultura de CCOO, Vicente Jiménez, reconoce que la tendencia es ir a modelos intensivos de producción en los que se emplea menos manos de obra y se permita la mecanización, como lo demuestra la sustitución de viñas en vaso por otras en espaldera en Castilla-La Mancha.

Angélica Quintana