Járkov (Ucrania), 15 jul (EFE).- Las tropas ucranianas, gracias a aviones no tripulados que repelen continuos asaltos de infantería y perturban la logística enemiga, resisten a la presión en la línea del frente oriental e impiden avances rusos significativos pese a los graduales pasos que da Rusia en algunas zonas.
Los analistas señalan que la ofensiva de Moscú busca maximizar ganancias territoriales antes de la posible introducción de aranceles estadounidenses a los compradores de petróleo ruso, algo con lo que amenaza el presidente Donald Trump a Rusia si no detiene la guerra en los próximos 50 días.
La situación en la línea del frente sigue siendo difícil, pues los avances rusos se han acelerado desde mayo, con alagunos que superan los 160 kilómetros cuadrados sólo en la segunda semana de julio, informó el analista militar Oleksandr Kovalenko para el Grupo de Resistencia Informativa.
Preocupantemente, las bajas rusas -estimadas por Kiev en 7.680 soldados en el mismo periodo- no han aumentado proporcionalmente, según Kovalenko.
Redes contra drones rusos
La logística más allá de la línea del frente está en el punto de mira del enemigo a medida que los drones suicidas rusos de corto alcance se acercan cada vez más a la ciudad de Járkov, declaró a EFE Bogdan Ptashnik, sargento de Estado Mayor de la 127 Brigada de Defensa Territorial de las Fuerzas Armadas de Ucrania.
Las unidades ucranianas despliegan actualmente redes gigantes para proteger las principales carreteras de abastecimiento, donde drones atacan a los vehículos que transportan tropas y municiones.
Además de la capital regional, ciudades como Chuguiv e Izium, situadas a lo largo de las rutas de suministro a los epicentros de los combates cerca de Vovchansk, Kupiansk y Borova, sufren las consecuencias de los drones y las bombas aéreas guiadas rusas.
La situación es más complicada en la región oriental de Donetsk, donde Rusia concentra la mayoría de sus asaltos.
Aparte de los drones y la aviación, las fuerzas rusas utilizan pequeños grupos de infantería para ampliar su control al este de Pokrovsk, un objetivo clave, y avanzar hacia la frontera administrativa de la región de Dnipro, en el sureste.
Esto último tiene por objeto aumentar la presión política sobre Kiev y sus aliados y asegurar posiciones ventajosas para interrumpir las rutas de suministro a Pokrovsk, según analistas militares.
Retos sistémicos y reformas
Para contrarrestar los avances rusos, el Ejército ucraniano realiza actualmente una compleja reforma estructural para mejorar su coordinación interna y la calidad de sus mandos.
Taras Chmut, director de la ONG Come Back Alive, que financia mediante microfinanciación colectiva equipos para el Ejército ucraniano, señaló en una entrevista que los subordinados frecuentemente no revelan la verdadera situación del campo de batalla a los mandos superiores por miedo a ser castigados, lo que provoca pérdidas evitables.
Chmut destacó la escasez de oficiales cualificados y la falta de respuesta a las críticas de los oficiales de nivel medio, que cada vez expresan más sus preocupaciones públicamente.
Sin embargo, Ptashnik, un veterano de la guerra de Dombás que se reincorporó al Ejército a pesar de sufrir una grave herida en la cabeza en 2014, sigue siendo optimista.
«¿Dónde han logrado los rusos avances reales recientemente?», preguntó retóricamente.
Él señaló que permanecer en defensa durante tanto tiempo tiene un efecto psicológico deprimente para algunos y genera perspectivas demasiado sombrías.
La defensa resiste
El presidente ruso, Vladímir Putin, cree que «tiene la sartén por el mango y que un empujón más pondrá a Ucrania de rodillas», escribió en su cuenta de X ‘Tatarigami’, coronel de la reserva ucraniana y fundador de Frontelligence Insight.
Pero esta perspectiva ignora la realidad pues «Rusia no sólo no ha tomado Pokrovsk, ni se ha acercado a Kostiantinivka, sino que probablemente tardará mucho tiempo en acercarse a Sloviansk o Kramatorsk», subrayó este analista, refiriéndose a bastiones ucranianos clave en Donetsk.
Aunque los drones rusos suponen un desafío, las defensas ucranianas, que también incluyen drones además de artillería y aviación, infligen daños significativos al enemigo.
Vídeos de las Fuerzas Armadas ucranianas muestran «carreteras de la muerte» llenas de vehículos rusos destruidos.
Fuentes militares de Kiev dijeron a EFE que, en algunas zonas del frente, los drones ucranianos infligen hasta el 90 % de las bajas rusas.
Según el medio ucraniano Texty, Rusia avanza en cinco sectores de la línea del frente, a diferencia de lo que ocurría en la misma época del verano pasado, cuando la progresión era en trece áreas, lo que significa que la presión puede estar disminuyendo.
Sin embargo, Ucrania no puede depender sólo de los drones y necesita un mayor suministro de armas convencionales, como proyectiles de artillería, misiles de largo alcance y aviones de combate de sus socios, entre ellos Estados Unidos, afirmaron soldados y analistas.
Rostyslav Averchuk
