Málaga, 11 jul (EFE).- El Ayuntamiento y la Diputación de Málaga y la Junta de Andalucía, instituciones propietarias de La Rosaleda, no descartan renunciar a albergar el Mundial 2030 por los problemas suscitados con sus obras de remodelación y la reducción del aforo en el estadio donde debería jugar el Málaga durante dos temporadas.
«No hay nada decidido todavía», comentó este viernes a los medios el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, quien ha convocado una reunión para este sábado junto a las otras dos instituciones y las peñas del club blanquiazul porque es el momento de «escuchar opiniones».
El plazo de las obras son muy justos y las tres instituciones ya han firmado el convenio por el que tendrían que abonar en partes iguales 257 millones, lo que se suma a que el Ciudad de Málaga, sede alternativa del Málaga CF mientras duren las obras, tendría un aforo de 12.500 espectadores cuando en principio los portavoces municipales indicaron que tendría espacio para unos 26.000.
El traslado del Málaga al Ciudad de Málaga con ese aforo de 12.500 seguidores significaría que el club podría llegar a perder cerca de siete millones de euros.
«Vamos a escuchar al Málaga, al mundo del Málaga, a la afición del Málaga, a los que somos del Málaga. Técnicamente todo es viable dentro de un límite, pero ahora lo que queremos hacer es escuchar», indicó De la Torre. EFE