Islamabad, 28 ago (EFE).- La devastadora temporada del monzón en Pakistán ha elevado el número total de muertos a 805 en todo el país, después de que al menos 15 personas perdieran la vida en las últimas horas por las graves inundaciones que azotan la provincia de Punyab, la más poblada del país.
«Hasta ahora, 15 personas han perdido la vida debido a las inundaciones en la provincia», confirmó a EFE este jueves Rashid Iqbal, un funcionario del Departamento de Información de Punyab.
La magnitud de la crisis ha forzado una evacuación masiva. «Más de 210.000 personas han sido evacuadas de las zonas afectadas a lugares más seguros», declaró el miércoles por la noche el presidente de la Autoridad Nacional de Gestión de Desastres (NDMA), el teniente general Inam Haider Malik.
La situación crítica en los ríos de la provincia se debe a una combinación de lluvias torrenciales, el deshielo de los glaciares y la liberación de agua de las presas situadas en la vecina India. La NDMA informó de que la India había abierto las compuertas, advirtiendo de la posibilidad de inundaciones aguas abajo.
El presidente de la NDMA vinculó la severidad de las lluvias a los efectos del cambio climático, afirmando que Pakistán ha visto una serie de monzones «inesperados» este año.
«La intensidad del próximo monzón (2026) será un 22% mayor», pronosticó.
La amenaza continúa activa, ya que los servicios meteorológicos predicen más lluvias fuertes hasta el 2 de septiembre. Las autoridades han emitido nuevas alertas de evacuación para otros distritos de Punyab y han advertido a la provincia de Sindh, en el sur, que se prepare para la llegada de las crecidas.
La cifra de más de 800 muertos en lo que va de temporada trae el recuerdo de la catástrofe de 2022, cuando unas lluvias e inundaciones sin precedentes dejaron más de 1.700 muertos y causaron pérdidas económicas superiores a los 30.000 millones de dólares en el país asiático.