Manila, 19 ago (EFE).- Las inundaciones y la amenaza al sustento de comunidades de pescadores ponen en cuestión casi una veintena de proyectos en la bahía de Manila que buscan ganar tierra al mar, creando más de 6.000 hectáreas de terreno, pero que se encuentran bajo escrutinio por su impacto medioambiental.

El paso del tifón Wipha a finales del pasado julio provocó numerosas inundaciones que paralizaron buena parte de Manila durante días, haciendo que miembros de la cámara baja del Congreso filipino como Antonio Tinio urgiesen una investigación sobre los efectos de estos proyectos de ganancia de tierras al mar.

No se trata solo de inundaciones: los posibles efectos van desde la pérdida de biodiversidad al impacto de las comunidades locales.
«Los 21 proyectos de recuperación propuestos y en curso en el área metropolitana de Manila pueden amenazar los ecosistemas marinos y el sustento de los pescadores, y podrían agravar las inundaciones en los centros urbanos», constató el Departamento de Medio Ambiente y Recursos Naturales de Filipinas (DENR, en inglés) el pasado abril.
Estas preocupaciones llevaron al presidente filipino, Ferdinand Marcos Jr., a paralizar la ejecución de todos los proyectos en la bahía en agosto de 2023. Dos de ellos han retomado desde entonces las obras, aunque el DENR anunció que todavía debe revisar los certificados medioambientales para abordar los posibles impactos.