Nueva Delhi, 23 jun (EFE).- Los episodios de lluvias extremas y las olas de calor marcaron el año 2024 en el sur de Asia, según el último informe del Estado del Clima de Asia de la Organización Meterológica Mundial (OMM).
En cuanto a las lluvias extremas, el informe de la organización destacó varios momentos, entre ellos las precipitaciones ocurridas el 30 de julio de 2024 en el distrito de Wayanad, en el estado sureño indio de Kerala.
Tras estas lluvias, las autoridades indias contabilizaron 350 muertes como resultado del desastre.
Además, ya en la fase final del monzón, entre el 26 de septiembre y el 3 de octubre, se registraron lluvias sostenidas en Nepal que desembocaron, días después en corrimientos de tierra en los que murieron 246 personas y 178 resultaron heridas; aunque 1.000 familias resultaron afectadas y 1.500 casas se destruyeron.
El monzón avanzó el pasado 20 de junio sobre la India, mostrando una llegada más temprana de lo habitual, con temperaturas más frescas y aire limpio, mientras su cara más destructiva causa estragos en el noreste, con graves inundaciones que ya afectan a cientos de miles de personas.
Al mismo tiempo, este fenómeno se ve agravado por factores de gestión local, como la deforestación y la construcción de infraestructuras que han reducido la capacidad natural de absorción de agua de la zona.
El monzón es un fenómeno vital para la India, ya que aporta cerca del 70% de las lluvias que el país necesita para la agricultura y es considerado el sustento de una economía de casi 4 billones de dólares.
Semanas antes, precipitaciones habían afectado a la región oriental de Koshi, especialmente a la localidad de Thame.
La OMM especificó que Pakistán es uno de los países del mundo más vulnerables a las inundaciones y a los efectos de las precipitaciones extremas.
En cuanto a las olas de calor, el otro fenómeno meteorológico que afectó en mayor medida al subcontinente, la OMM llamó la atención sobre los momentos de temperaturas extremas en las que murieron más de 450 personas.