Las mascotas, los nuevos ‘canarios de la mina’ ante el peligro de los tóxicos domésticos

Un chihuahua (izq) y tres gatos siameses, en una fotografía de archivo. EFE/Maja Hitij

Madrid, 7 may (EFE).- Permanecer más tiempo en casa expuestas al polvo del suelo, un periodo de latencia más corto para el desarrollo de patologías y la rápida progresión de las mismas son algunos factores que convierten a las mascotas en los nuevos ‘canarios de la mina’ del hogar, al alertar de forma temprana de los riesgos para la salud humana de los tóxicos domésticos.

Esta es la conclusión a la que ha llegado la iniciativa ‘Hogar sin tóxicos’, en un informe que incide sobre los riesgos de la contaminación química cotidiana no solo para las personas, sino también para los perros y gatos con los que conviven.

“Las mascotas son más vulnerables que los humanos a algunos tóxicos humanos, de ahí que la ciencia las considere ‘centinelas’ que alertan tempranamente de riesgos para la salud humana”, señalan.

“Algunos científicos hablan incluso de las mascotas como los nuevos ‘canarios de la mina’, al padecer enfermedades comunes con las personas y evidenciar aún más claramente el papel que los factores ambientales pueden tener en el riesgo de enfermedades crónicas”, añaden, de modo que “la enfermedad del animal podría presagiar una enfermedad posterior en su dueño”.

La exposición diaria al polvo que se posa sobre el suelo, que puede contener contaminantes químicos, es compartida con los niños pequeños, que gatean y se llevan las manos a la boca. “Se ha visto que tanto en gatos como en niños la cantidad de polvo que llegan a ingerir puede ser hasta siete veces mayor que en los adultos”, indican desde ‘Hogar sin tóxicos’.

El informe alude a estudios científicos sobre “la creciente prevalencia de algunos problemas de salud en perros y gatos que podría tener que ver, junto con otros posibles factores, con su exposición a contaminantes químicos”. Cita varios cánceres, trastornos tiroideos, diabetes, enfermedades cardiacas y renales o problemas reproductivos.

Carlos de Prada, responsable de la iniciativa, estima que estos hallazgos “han de representar un llamamiento a la conciencia de los dueños, ya que los animales no pueden decidir”, con el fin de “reducir al máximo la presencia de tóxicos en el entorno cotidiano”.

“Nosotros somos los que lo decidimos todo por ellos: dónde viven, rodeados de qué sustancias, qué comen, qué beben”, apunta.

En España hay más de 9 millones de perros y unos 6 millones de gatos. Ocho de cada 10 de sus tutores los consideran un miembro más de la familia.