Las necesidades humanitarias en el mundo se triplican en cinco años, alerta Oxfam Intermón

Más de 300 millones de personas en todo el mundo tienen necesidades humanitarias, el triple que hace solo cinco años, una situación que se da cuando los principales países donantes están aplicando recortes "sin precedentes" en la ayuda al desarrollo, advierte el director general de Oxfam Intermón, Franc Cortada. EFE/Toni Albir

Barcelona, 27 jul (EFE).- Más de 300 millones de personas en todo el mundo tienen necesidades humanitarias, el triple que hace solo cinco años, una situación que se da cuando los principales países donantes están aplicando recortes «sin precedentes» en la ayuda al desarrollo, advierte el director general de Oxfam Intermón, Franc Cortada.

En una entrevista con EFE, Cortada afirma que vivimos en un mundo «cada vez más inseguro, desigual, violento e inestable» y que «vamos de mal en peor»: la cifra de desplazados es la más alta de las últimas décadas, como también de las personas muertas en conflicto, y «lamentablemente esto no hará más que crecer».

«Unos 700 millones de personas esta noche se irán a dormir sin haber comido y tres cuartas partes de la población que trabaja lo hace sin tener acceso a derechos tan básicos como una baja por enfermedad o un subsidio por desempleo», apunta el director de la ONG, que constata que «la brecha entre ricos y pobres cada vez es más grande» y crece a mayor velocidad.

Recuerda, en este sentido, que un 1 % de la población posee más riqueza que el 95 % y que ese 1 % acapara casi un 44 % de todos los activos financieros del mundo, «y eso es obsceno», asevera el máximo responsable de Oxfam Intermón.

«Nunca antes en el mundo había tantas necesidades como hay ahora. Frente a eso, cuando más falta hace apostar por la estabilidad, la paz, la democracia y la igualdad, es cuando vemos que se están recortando las inversiones en cooperación», lamenta Cortada.

El «genocidio» de Gaza

Más de 300 millones de personas en todo el mundo tienen necesidades humanitarias, el triple que hace solo cinco años, una situación que se da cuando los principales países donantes están aplicando recortes "sin precedentes" en la ayuda al desarrollo, advierte el director general de Oxfam Intermón, Franc Cortada. EFE/Toni Albir

Oxfam Intermón, que cuenta con unos 150.000 socios y donantes regulares y trabaja con unas 2.500 ONG en todo el mundo, está presente en cerca de 80 países, entre ellos la República Democrática del Congo, India, Siria, Ucrania o Sudán.

También opera en Gaza, donde la entidad hace décadas que trabaja de la mano de ONG locales y cuenta con un equipo propio formado por unas treinta personas que, afirma Cortada, están «agotadas física y emocionalmente» después de casi dos años de asedio israelí.

Oxfam Intermón dispone de almacenes en Jordania llenos de alimentos, medicamentos y material para enviar a Gaza, pero no puede hacerlo llegar a la población gazatí por el bloqueo de Israel.

Cortada denuncia la situación «inhumana y cruel» que viven los gazatíes y lamenta la «indiferencia» de la comunidad internacional ante una «limpieza étnica» que está ocurriendo «ante nuestros ojos, con luz y taquígrafos y retransmitida en tiempo real».

«Ahora se han cumplido 30 años del genocidio de Srebrenica, donde murieron 8.000 bosnios musulmanes, y Europa y el mundo lo miraron con pasividad. Europa prometió que eso no volvería a ocurrir, pero está pasando de nuevo», asegura el directivo, que deplora que la comunidad internacional esté primando en Gaza los intereses geoestratégicos por encima de la vida de las personas.

Una apuesta por la paz

Los medios de comunicación se hacen eco desde su inicio de la guerra en Gaza, pero hay más de sesenta conflictos abiertos en todo el mundo que no aparecen en los medios de comunicación. «Y lo que no se ve, no existe», avisa Cortada.

Pese a este escenario de aumento de las desigualdades, guerras y crisis climática, Franc Cortada se muestra convencido de que el cambio es posible. «Y tanto que lo es», apostilla.

«La realidad es que somos la primera generación que tiene la tecnología, los conocimientos y los recursos financieros para darle la vuelta a esta situación, el problema es que están en las manos equivocadas de una oligarquía», mantiene el director de la ONG.

Cortada, que se define como «una persona muy pragmática y poco utópica», cree «de verdad» que la sociedad tiene las herramientas para conseguir un mundo «más justo y humano», pero es necesario que los gobiernos trabajen «para esa gran mayoría» que exige el cambio, concluye.