Barcelona, 10 sep (EFE).- Las obras en La Rambla han dejado al descubierto un tramo de casi 50 metros de la muralla medieval del siglo XIV de Barcelona, con lo que los arqueólogos tendrán documentados este año cerca de 100 metros de la muralla a lo largo del paseo gracias a los trabajos de reurbanización.
Las últimas excavaciones confirman la importancia de la muralla construida a mediados del siglo XIV y activa solo durante unas décadas, hasta que la ciudad construyó la muralla del Raval a finales del mismo siglo, ha informado el ayuntamiento este miércoles.
En concreto, los trabajos arqueológicos vinculados a la reurbanización de La Rambla, que se llevan a cabo desde julio en el sector de Santa Mònica y dirige la arqueóloga Irene Cruz (Global Geomática), han puesto al descubierto un tramo de 44,88 metros de esta muralla medieval, con una anchura máxima de 2,90 metros, y una torre pentagonal de 8,32 por 4,21 metros.
En el sondeo exterior, a 3,5 metros de profundidad, se han identificado estratos relacionados con antiguas riadas, con acumulaciones de tierra, piedras y cerámica arrastradas por el agua.
Estos restos confirman el funcionamiento de la muralla como sistema defensivo vinculado a un foso, al tiempo que aportan información sobre las dinámicas naturales de la riera que bajaba por este punto de la ciudad.
En el lado interior, en cambio, se han documentado niveles del siglo XVI que hablan de la vida cotidiana de la Barcelona medieval y moderna.
En este ámbito destaca un hallazgo curioso y poco habitual: los restos de un pequeño asno, enterrado rodeado de un gran número de agujas de bronce.
Las excavaciones también han permitido constatar el uso de un encintado con mortero de cal para sellar las juntas entre los sillares de la muralla y reforzar la estructura frente a agentes externos como las riadas.
Asimismo, en la parte más meridional del área de excavación ha aparecido una gran estructura semicircular de piedra y mortero, de unos 3,5 metros de largo, que coincide con los planos de la primera urbanización de la Rambla, a inicios del siglo XIX.
Según el ayuntamiento, todo apunta a que se trata de la cabecera de un elemento que marcaba el inicio del paseo, construido entre 1774 y 1823.
A lo largo del recorrido de la Rambla ya se habían documentado otros restos de este sistema, como los tramos de la plaza del Teatre, donde se conserva un lienzo de unos 15 metros y una torre, y varios portales y cimientos.