Madrid, 12 ago (EFE).- Las olas de calor, la expansión del turismo en todo el país, especialmente en el norte, y la subida de los precios vacacionales están marcando la facturación de este verano en las empresas de gran consumo -alimentación e higiene- y en la hostelería.
La Asociación de Fabricantes y Distribuidores de Gran Consumo (Aecoc) ha destacado que, entre los factores que impactan en las ventas veraniegas de este sector, se encuentran el crecimiento del turismo, el encarecimiento del coste del transporte y de los alojamientos, y el bum de la comida preparada.
El director de conocimiento sobre restauración y hostelería de Aecoc, Pablo de la Rica, ha asegurado a EFE que el turismo está impulsando la facturación, tanto en gran consumo como en la restauración, en las zonas de más concentración de visitantes.
Un turismo que registrará un crecimiento significativo por tercer año, que se acercará a cifras récord, «de cien millones de visitantes», y que va más allá de julio y agosto o de la opción de «sol y playa», ha señalado.
«España se consolida como el segundo país más valorado, visitado y repetido —por detrás de Francia—, destacando nuestra gastronomía como la segunda razón principal por la que nos eligen», ha apuntado.
El norte peninsular se beneficia de la expansión turística y en la suma de adeptos al turismo gastronómico, por su «clima templado y la oferta culinaria como principal atractivo», según de la Rica.
Este avance viene acompañado de un aumento del gasto medio por turista y de la llegada de viajeros de alto valor, como los procedentes de Asia.
El encarecimiento vacacional
De la Rica ha reconocido que tanto turistas como consumidores nacionales «se enfrentan al reto de la pérdida de poder adquisitivo y al aumento de los precios en transporte y alojamiento, sin renunciar a sus momentos de descanso y celebración».
Para que el gran consumo y la hostelería puedan superarlo, ha precisado que la clave está en ofrecer «una combinación adecuada de conveniencia y percepción de valor por el precio (…) La experiencia global —comodidad, atención, trato y servicio— resulta determinante, ya que influye en su nivel de gasto y en su valoración del destino».
Olas de calor y crecimiento de las comidas preparadas
Aecoc ha constatado el «efecto particular» de las olas de calor sobre el consumo por la mayor demanda de aguas y de helados, aunque las temperaturas extremas pueden disuadir a los consumidores de permanecer en calles y terrazas, llevándolos a refugiarse en interiores.
Por otro lado, la comida preparada ha experimentado en los últimos tres años «un crecimiento cercano a las dos cifras, con propuestas cada vez más amplias y de mayor calidad, más próximas a la restauración», según de la Rica; responde a un consumidor que no quiere cocinar «por falta de tiempo, de habilidades o de ganas».
Incluso los turistas internacionales, familiarizados desde hace décadas con los platos preparados, valoran especialmente estas opciones, hasta el punto de que pueden influir en la elección del establecimiento, según Aecoc.
Además, el patrón de consumo de los turistas vacacionales es más «lúdico y orientado al placer, la celebración y el disfrute», en contraste con el cotidiano; para maximizar ese impacto positivo, de la Rica ha considerado clave la capacidad de hosteleros y distribuidores para adaptarse y ofrecer propuestas atractivas.
Como ejemplo, siguiendo la tendencia de la hostelería, en las zonas de más afluencia internacional el gran consumo adapta su oferta, incorpora cartelería multilingüe y, en sus estantes, productos icónicos de los principales mercados de procedencia de los turistas: Reino Unido, Francia y Alemania. EFE