Las papeleras, inquietas por el desvío de material asiático a mercados de dominio europeo

Imagen de archivo de la ría de Navia con el puente y la empresa papelera al fondo.EFE/Paco Paredes
Madrid, 14 jun (EFE).- La industria papelera de España está «altamente» preocupada por los desequilibrios del mercado global consecuencia de la política arancelaria de EE. UU., y pide a Bruselas que gestione «con cabeza» esta crisis en aras de una respuesta «meditada, coherente y proporcional», porque «en una batalla comercial no hay ganadores». Aunque su exposición directa es muy poco relevante, desde la Asociación Española de Fabricantes de Pasta, Papel y Cartón (Aspapel) ya notan cómo material de países asiáticos que antes se dirigía a territorio estadounidense, está desembarcando en áreas que, históricamente, eran de dominio español y europeo. «El mercado único europeo y el norte de África son zonas muy importantes para nosotros, y empezamos a ver cómo material que se fabricaba en Asia y que iba a EE. UU. empieza a llegar a ellas», explica el director general de Aspapel, Manuel Domínguez, en una entrevista con EFE. Durante la charla, Domínguez insiste en mantener el optimismo de cara al rendimiento del sector para este 2025. Sin embargo, admite que «poder competir con esta situación es complejo», ya que están aterrizando productos a unos precios muy bajos en su intento de encontrar una salida alternativa al mercado estadounidense. Esta circunstancia inquieta a la industria papelera española, que cerró 2024 con un incremento en producción y número de ventas, pero con una facturación estable, plana. «Hemos tenido que bajar los precios porque tenemos que hacer frente al material que se fabrica en Turquía o en Asia, con unos costes de energía muy inferiores a los que tenemos nosotros», cuenta este onubense, y lamenta que la pérdida de competitividad esté lastrando al sector en el mercado global. ¿Qué supone EE. UU.? Según los datos de esta organización, las exportaciones de papel y cartón de la industria papelera española a EE. UU. representaron en 2024 un 2,7 % del total y un 7,2 % respecto a las realizadas hacia fuera de la Unión Europea, es decir, «muy poco», indica Domínguez. Aun así, hay empresas para las que el potencial impacto sí que es relevante porque destinan buena parte de su producción a aquel país. Estas fabrican, entre otros, toallitas húmedas de papel desechables por el inodoro. «Los efectos directos de la crisis arancelaria no nos preocupaban a priori por el porcentaje de exportaciones europeas a EE. UU., pero sí estamos altamente preocupados por los desequilibrios del mercado global», añade este licenciado en Ciencias Ambientales por la Universidad de Huelva, que no puede predecir las consecuencias del contexto actual. Lo que sí observa es que estos movimientos «pueden complicar aún más la competitividad de la industria papelera europea». Por ello, Aspapel pide «intensamente» a los legisladores, tanto europeos como españoles, que contribuyan con palancas que permitan «resistir este envite». «Las incertidumbres no ayudan a las empresas en su planificación», lamenta Domínguez, que insta a la Unión Europea a gestionar «con cabeza» las tensiones arancelarias, apostando por la negociación y yendo «todos los Estados miembros juntos». Crece la exportación De acuerdo con los datos preliminares de Aspapel, en 2024, la industria papelera española exportó 2,9 millones de toneladas de papel y cartón (un 17,9 % más en comparativa interanual), y un millón de toneladas de celulosa (un 0,8 % menos). Los principales mercados de las exportaciones nacionales son los países de la Unión Europea, desde Portugal a Francia, pasando por Alemania o Italia. También el norte de África, indica Domínguez, que destaca como «gran destino» a Argelia. Las restricciones comerciales que el país norteafricano impuso en 2022 por la postura de España sobre el Sáhara Occidental afectaron «mucho» al sector, que ahora está recuperando este mercado aprovechando el desbloqueo de las transacciones. Productos con «muy buena reputación» La asociación defiende la «muy buena reputación» del ‘made in Spain’ fuera de nuestras fronteras. «Tenemos productos de un gran valor añadido que viajan por todo el mundo», recalca el director general de Aspapel, y cita el papel de fumar; el papel de prospecto para medicamentos; el papel biblia o la pasta para hacer papel moneda. Sobre cuáles son sus competidores, Domínguez aclara que depende de cada producto, y este sector «fabrica muchos», de modo que «no es lo mismo el papel de fumar, que el papel gráfico, el papel de cartón ondulado o el papel higiénico». Por ejemplo, el papel higiénico «se mueve muy poco, es más local» porque el transporte lo penaliza mucho; todo lo contrario que materiales para la construcción, como pladur, o los papeles de prospecto, que «viajan mejor». Así, «Turquía y China son muy potentes en ciertos tipos de materiales, como Indonesia puede serlo en otros», sentencia.