Las perseidas alcanzan esta noche su pico de actividad, pero deslucido por la Luna

Imagen de archivo de las perseidas o lágrimas de San Lorenzo, la lluvia estelar del verano, en la localidad cántabra de Proaño. EFE/ Pedro Puente Hoyos

Madrid, 12 ago (EFE).- Las perseidas, la lluvia de estrellas más famosa y que suele estar entre las mejores del año, llega esta noche a su momento de máxima actividad, aunque el brillo de la Luna, al inicio del cuarto menguante, reducirá la cantidad de meteoros que se puedan observar en el cielo.

El influjo de la Luna también cambia el mejor momento para observar la estrellas fugaces de agosto, que hoy será al anochecer, antes de que nuestro satélite aparezca por encima del horizonte o mientras se encuentre muy bajo en el cielo.

En España, ese momento será aproximadamente entre las 22:00 y las 23:00 horas, «aunque este no sea el mejor año para ver perseidas», indica el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC).

El brillo de la Luna, que fue llena el pasado sábado, dificultará la visión de los meteoros más débiles, por lo que la tasa de los observables se reducirá drásticamente.

Mientras que en años favorables se puede llegar a ver entre 50 y 100 por hora en cielos oscuros, «este año se estima que la cifra no superará los 25 por hora», indica el IAC en un comunicado.

Las perseidas pueden verse por todo el cielo, aunque su radiante (el punto de la bóveda celeste del que parecen proceder todas) es la constelación de Perseo.

Al comienzo de la noche, cuando la Luna aún no esté en el cielo o esté baja, el radiante estará en dirección noreste. Para ver los meteoros de mayor duración y que tienen un mayor recorrido en el cielo (que suelen ser los más impresionantes), lo mejor es mirar en dirección opuesta, es decir, hacia el suroeste.

En el caso de situarse de frente al radiante, se verá como las estrellas fugaces salen en todas las direcciones, pero con destellos más cortos, precisa el IAC.

La mejor forma de verlas es situarse bajo un cielo oscuro y despejado, sin obstáculos como edificios, árboles o montañas, y esperar entre 10 y 20 minutos para que los ojos se acostumbren a la oscuridad.

Aunque este año puede que no se vean muchas estrellas fugaces, siempre es «una oportunidad fantástica para disfrutar del cielo nocturno». Antes de que salga la Luna se puede contemplar Marte, el disco de la galaxia y la variedad de colores y brillos de las estrellas del cielo de verano.

La noche de más actividad será hoy, pero el fenómeno se produce desde el 17 de julio al 23 de agosto, por lo que en las próximas también podrán se podrán apreciar, aunque cada vez en menor cantidad e intensidad.

El responsable de las perseidas son los restos del cometa 109P/Swift-Tuttle, descubierto en 1862 y que orbita alrededor del Sol aproximadamente cada 133 años. Su último paso cercano a la estrella fue en 1992.

El científico italiano Giovanni Schiaparelli fue el primero en demostrar que había una relación entre los cometas y las lluvias de estrellas y lo hizo, precisamente, con la observación de 109P/Swift-Tuttle.

Schiaparelli propuso que las estelas que se ven en el cielo serían los restos de los cometas que, por el rozamiento con la atmósfera de la Tierra, aumentan tanto su temperatura que se desintegran y dejan esa traza luminosa, explica la astrofísica Alejandra Goded en las redes sociales del IAC.