Trípoli, 30 may (EFE).- La plaza de los Mártires en la capital libia registró este viernes la manifestación menos concurrida de todas las convocadas desde el estallido de violencia a mediados de mayo para pedir la caída del primer ministro del Gobierno de Unidad Nacional (GUN), Abdelhamid Dbeiba.
La misión de la ONU en Libia, UNSMIL, informó este viernes de las reuniones que mantuvo ayer jueves con representantes del distrito Souq al Juma, donde se habían registrado las más airadas protestas desde el inicio de la crisis.
“La reunión se centró en parte en los recientes enfrentamientos en Trípoli y sus efectos perjudiciales para la seguridad de la población civil, los daños a la infraestructura civil y la interrupción de los servicios públicos”, detalló la UNSMIL en un comunicado.
Así mismo, la misión hizo énfasis en “la urgente necesidad de evitar nuevos combates y de reducir la tensión” y expresó su preocupación “por la continua intensificación del despliegue militar, incluso por parte de fuerzas externas a Trípoli”.
Manifestantes desde las localidades de Zawiya, Janzour y algunas ciudades de la región occidental y del este de la capital, como Zliten, Khoms, entre otras, se movilizaron desde primera hora de la tarde desde sus respectivos distritos hasta el centro de la capital libia, según pudo comprobar EFE.
Trípoli amaneció este viernes con la llamada a nuevas manifestaciones, la tercera convocatoria contra el Gobierno de Unidad Nacional (GUN) desde que a mediados de mayo se registrara el mayor pico de violencia de los últimos años, mientras se acelera la actividad diplomática para contener una escalada del conflicto.
La enviada especial del UNSMIL, Hannan Tetteh, reconoció hace una semana el “rechazo” de la ciudadanía en el oeste, controlado por el GUN, y aceleró los contactos de cara a buscar una solución definitiva para la unificación de las dos administraciones divididas desde 2014.
Los más recientes enfrentamientos estallaron el 12 de mayo en el estratégico barrio de Abu Salim -donde murió el líder de la milicia Aparato de Apoyo a la Estabilidad (SSA) Abdel Ghani al Kikli, conocido como “Gheniwa”- y la escalada armada aumentó al día siguiente cuando fuerzas afines al GUN entraron en Souq al Juma.
Dbeiba había anunciando una restructuración de los cuerpos de seguridad y el fin de los grupos armados e intentó hacerse con algunas de las sedes en este distrito ante lo que la poderosa milicia Fuerza Especial de Disuasión (Rada), que ha controlado el cercano aeropuerto de Mitiga, se opuso con el apoyo de furiosos manifestantes.
Con una tensa tregua, Dbeiba aseguró que Libia había entrado “en una nueva fase de recuperación de soberanía frente al poder de las milicias”.
Tetteh asumió esta semana que el mandato del GUN -elegido para celebrar elecciones en 2021, indefinidamente pospuestas- ha expirado, motivo por el cual el Parlamento libio designó en 2022 un Ejecutivo paralelo, hoy dirigido por Osama Hammad, en el este controlado por el mariscal libio.
Por su parte, el mariscal Jalifa Haftar, que tutela el Gobierno de Bengasi, donde el lunes se realizó un ostentoso desfile militar, manifestó su apoyo a “la voluntad del pueblo libio” y se mostró dispuesto a colaborar para solucionar la crisis.