Ciudad de Panamá, 19 jun (EFE).- Las protestas contra una ley que reformó la seguridad social se intensificaron este jueves en la región bananera panameña de Bocas del Toro (Caribe), con más cierres de vías y choques entre manifestantes y la Policía que han dejado un saldo de 55 aprehendidos y 2 agentes agredidos, según dijeron las autoridades, que admiten haber encontrado una «gran resistencia».
El viceministro panameño de Seguridad, Luis Felipe Icaza, en una rueda de prensa dio los resultados del sexto día de la denominada operación policial ‘Omega’ desplegada para restablecer el orden en Bocas del Toro, y aseguró que hoy «se ha logrado un gran avance, hemos llegado a Chanquinola, estamos tratando de consolidarlo, (pero) es un lugar difícil».
En Changuinola, donde este día hubo fuertes choques entre los que llevan la protesta y las unidades antidisturbios que llegaron hasta un estadio de béisbol del lugar, el cual resultó con daños, se mantienen hasta ahora 29 puntos abiertos de 43, detalló Icaza.
En la rueda de prensa se explicó que otras localidades de la provincia de Bocas del Toro, como Chiriquí Grande y Almirante se han abierto una media docena de sitios bloqueados en las protestas, y que el plan es avanzar y consolidar la apertura de Changuinola «como tal».
Las autoridades enumeraron que hoy solo abrieron nueve puntos de cierre y que esperan avanzar para despejar los caminos al paso vehicular y normalizar la situación, considerando que es un «gran avance» de esta operación, pero «paulatinamente».
«Hemos tenido el país abierto y nos tocaba venir a abrir Bocas del Toro. No iba a ser fácil. Hay una resistencia grande, pero Bocas del Toro es parte de Panamá, y lo vamos a abrir. No le puedo decir el tiempo, pero lo vamos a abrir. Y vamos a llevar a las personas (delincuentes) a la justicia que se tengan que llevar», afirmó el viceministro Icaza.
En las protestas de este jueves fueron agredidos dos policías que no eran parte del operativo, según la información oficial.
El presidente de Panamá, José Raúl Mulino, pidió este jueves «cooperación» a la ciudadanía de Bocas del Toro para recuperar el orden en esta provincia, la zona bananera del Caribe panameño que permanece bloqueada por las protestas en carreteras contra la reforma gubernamental al sistema de seguridad social.
«En Bocas del Toro, seguimos avanzando con la limpieza y despeje de vías poco a poco (…) Les pido a todos esos moradores que cooperen para que esos centros de tranque se despejen y retomemos la calma, el orden y la tranquilidad», dijo Mulino en su conferencia de prensa semanal.
Bocas del Toro es la región de Panamá con la situación más crítica en el marco de las protestas generales que se iniciaron en marzo pasado contra una ley que reforma la Caja del Seguro Social (Seguridad Social).
La provincia -limítrofe con Costa Rica, mayormente insular y dependiente económicamente tanto de la industria bananera como del turismo- permanece parcialmente aislada, por lo que las autoridades han creado puentes aéreos para atender la escasez de insumos básicos.
«Tengan algo en cuenta, estos tranques, en términos generales, perjudican todo el país de múltiples maneras. Por supuesto, el acceso a la provincia, el entrar productos, sacarlos, venderlos, (…) el turismo, en Isla Bocas, (la capital) que es el centro neurálgico del turismo en esa provincia», señaló Mulino.
En Bocas del Toro, la bananera Chiquita Panamá cerró operaciones y despidió a todos sus trabajadores, luego de que se sumaran a un paro liderado por sindicatos obreros y de la construcción, que consideran que la ley en mención, que modifica la reglamentación anterior de 2017, afecta sus beneficios laborales.
Esta semana entró en vigor una nueva ley especial con mayores beneficios laborales para los trabajadores de las bananeras en Panamá, después de que diputados acordaran con los sindicalistas del sector el levantamiento de los bloqueos viales a cambio de la aprobación de la ley en mención.
Pese a que se desbloquearon las carreteras el mismo día del acuerdo, otros sectores de la sociedad civil y profesores desconocieron dicho acuerdo e iniciaron nuevas manifestaciones con obstrucciones viales.
Ante esta situación, Mulino envió un contingente de 1.500 policías para despejar las carreteras en el marco de la «Operación Omega», que ha dejado 55 detenidos y la muerte de un civil, hallado sin vida cerca de un control policial y que es investigada por las autoridades.
Tras el inicio del operativo policial se han intensificado los enfrentamientos en Bocas del Toro entre los agentes antimotines y los manifestantes, que bloquean las carreteras con árboles derribados.
