Las sindicalistas conocidas como las ‘Seis de la Suiza’ ingresan en la prisión de Asturias

Control de acceso de entrada del Centro Penitenciario de Asturias, este jueves donde las seis sindicalistas conocidas como las 'Seis de la Suiza' que fueron condenadas por coacciones al propietario de una pastelería de Gijón, han ingresado para cumplir una pena individual de tres años y medio de prisión. EFE/ Paco Paredes

Oviedo, 10 jul (EFE).- Las seis sindicalistas conocidas como las ‘Seis de la Suiza’ que fueron condenadas por coacciones al propietario de una pastelería de Gijón han ingresado este jueves en el Centro Penitenciario de Asturias para cumplir una pena individual de tres años y medio de prisión.

El Juzgado de lo Penal número 1 de Gijón, que el pasado mes de junio desestimó la solicitud de las defensas y de la Fiscalía para que se suspendiera la condena, dictó ayer una orden de detención e ingreso en prisión para estas seis personas, que hoy se han presentado en el centro penitenciario de forma voluntaria.

Fuentes de la CNT, sindicato al que están vinculadas estas personas, cinco mujeres y un hombre, han confirmado a EFE que se presentaron en el centro penitenciario a primera hora de la mañana, acompañadas de su de representación legal, para presentar su documentación y tramitar el ingreso, que se ha producido poco antes del mediodía.

El Tribunal Supremo ratificó hace poco más de un año las penas individuales de dos años de prisión por obstrucción a la justicia y un año y medio por coacciones, y al pago de 150.000 euros como indemnización al propietario de la pastelería La Suiza, en Gijón, que cerró el local como consecuencia de las protestas continuadas a las puertas del establecimiento por un conflicto con una extrabajadora.

Posible indulto

La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, se reunió el pasado viernes en Oviedo con las seis personas condenadas y se comprometió a apoyar la tramitación de su indulto por parte del Gobierno, una medida para la que el Ejecutivo asturiano ya ha expresado formalmente su conformidad.

Díaz dijo sentirse «escandalizada» por algo que «en democracia esto nunca ha pasado», en referencia al ingreso en prisión de las sindicalistas, mientras que el Ejecutivo autonómico justificó su apoyo al indulto por razones de carácter «humanitario y personal» y basándose en que las condenadas han demostrado una «plena integración social, laboral y familiar», carecen de antecedentes penales previos y han mantenido una «conducta ejemplar» desde que los hechos fueron juzgados.

En los últimos meses también se han pronunciado en defensa de las ‘Seis de la Suiza’ varias organizaciones políticas como PSOE, IU, Podemos, Sumar o EH Bildu.

El grupo de apoyo a las seis condenadas, que en los últimos meses han organizado protestas multitudinarias respaldadas de forma unánime por los sindicatos, ha convocado nueva concentración, a las 19:30 horas de este jueves, frente al Ayuntamiento de Gijón.

Los hechos

Los hechos se remontan a junio de 2016, cuando la pareja sentimental de una trabajadora de la pastelería se presentó en el lugar de trabajo y mantuvo un altercado con el empresario, que culminó con una denuncia del hostelero por amenazas y daños en su local.

Según detalla la sentencia, la empleada, a raíz de la apertura de juicio oral contra su pareja, dejó su empleo, entró en contacto con el sindicato CNT y se concertó con los acusados para iniciar una «campaña de presión sobre el empleador y su familia».

Entre otros actos, la sentencia detalla la convocatoria a través de las redes sociales de concentraciones delante del establecimiento con pancartas, la entrega de pasquines contra el empresario, así como la difusión de un vídeo en el que le denunciaban por acoso laboral y sexual.

Las condenadas, según el relato de hechos, «incrementaron durante varios meses las acciones de boicot y presión» hacia el empresario y su familia porque éste se negó a indemnizar a la empleada por despido improcedente y a retirar la acusación contra la pareja de ésta.

Las concentraciones delante del local terminaron cuando el empleador decidió cerrar su negocio, lo que, según el Supremo, fue «la consecuencia directa de la presión, constante, reiterada y desproporcionada derivada del número de concentraciones realizadas como respuesta por no acceder a las pretensiones económicas de los acusados».