Valladolid, 18 abr (EFE).- Las últimas siete palabras que dijo Cristo antes de morir en la Cruz, que han articulado el catequético y actual sermón pronunciado este Viernes Santo en la Plaza Mayor de Valladolid por el sacerdote diocesano José San José Prisco, se han trasladado también, y por primera vez, a la lengua de signos, en un mensaje accesible para las personas con dificultades auditivas.
Con un cielo encapotado desde primera hora de la mañana, que amenazaba lluvia, el sermón de las siete palabras de este 2025 ha contado únicamente con uno de sus siete pasos, el del Cristo de las Mercedes entre los ladrones, que han portado 24 cofrades y que acompaña a la última de las palabras que dijo Cristo antes de expirar en la cruz, el “en tus manos encomiendo mi espíritu”.
San José Prisco, catedrático de Derecho Canónico en la Universidad Pontificia de Salamanca y miembro de la Comisión Canonística del Sínodo de Obispos, ha trazado un sermón en el que las palabras de Cristo en la Cruz se han entremezclando con vidas cotidianas y ejemplificantes de lo que supone la entrega, la esperanza, el perdón, la salvación y las segundas oportunidades, el amor maternal, la transcendencia del sufrimiento, la espirituralidad de los cuidados, el sentido de la vida o la entrega.
Por el sermón del sacerdote diocesano han desfilado un sacerdote franciscano que se cambió por otro prisionero que iba a ser condenado a morir de hambre en Auschwitz; una madre que perdona al asesino de su hijo; un condenado a muerte que aceptó su castigo y se convirtió en creyente; una superviviente del genocidio de Ruanda, o la madre Teresa de Calcuta.
“La Iglesia, reflejando el corazón de Cristo, está llamada a convertirse en un auténtico “hospital de campaña”. Su misión, sobre todo en las circunstancias históricas que atravesamos, se expresa, de hecho, en el ejercicio del cuidado”, ha planteado San José Prisco en un sermón que han seguido el arzobispo de Valladolid y presidente de la Conferencia Episcopal Española, Luis Argüello; o el alcalde de la ciudad, Jesús Julio Carnero, entre otros representantes religiosos y seglares.
La presencia de la lengua de signos en actos emblemáticos es una de las novedades de la Semana Santa de Valladolid de este año y que se estrenó el pasado 4 de abril en la catedral con motivo del pregón que pronunció el obispo Aurelio García.
El Sermón de las Siete Palabras recoge las prédicas que en tiempo de Pasión se celebraban durante los siglos XVI y XVII en ese mismo lugar, delante de la fachada del convento de San Francisco de Valladolid, desaparecido tras las desamortizaciones.
Se trata de una ceremonia recuperada en 1943 que recuerda los sermones generalmente admonitorios, penitenciales y catequéticos, protagonizados por selectos oradores escogidos generalmente en órdenes religiosas, principalmente dominicos.
De las 80 veces que se ha programado el Sermón, se ha realizado en 70 ocasiones, en ocho se ha suspendido su celebración en la Plaza Mayor, la última el pasado año, y en dos ocasiones más se celebró con incidencia. EFE
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