Ciudad de Guatemala, 14 sep (EFE).- Miles de personas viven en Guatemala en hogares con pisos de tierra debido a la pobreza, una situación que genera enfermedades de diversa índole y que el Gobierno que preside Bernardo Arévalo de León intenta erradicar, aunque el éxito parece aún lejano con solamente cuatro municipios de 340 libres de un problema grave para el desarrollo de la población.
A solo 20 minutos de la Ciudad de Guatemala, en el municipio de Chinautla, en el departamento (provincia) de Guatemala (centro), Lucky Vásquez tiene cuatro hijos y vive desde niña en un hogar de tierra.
«Por consecuencia del dinero no he podido poner piso de cemento. Está muy caro el material. Lo que nos queda es estar así», cuenta a EFE. «Solo para la comida queda», detalla desde su hogar.
María Bonifacio Guacaj también vive en el mismo municipio en un hogar con un piso igual. «Una vez se metió el agua hasta aquí y nos tuvimos que ir» por un tiempo, cuenta, mientras expone que «por el pisto (dinero) tampoco ha podido cambiar la superficie de su hogar.
El caso de Lucky y de María no es aislado, ya que según el Gobierno hay entre 850.000 y un millón de viviendas con pisos de tierra, lo que «impacta directamente en la salud de un tercio de la población».
El mismo Gobierno advierte que, según estudios de la Organización Panamericana de la Salud, la instalación de piso de cemento reduce «en un 78 por ciento las infestaciones parasitarias, en un 49 por ciento los episodios de diarrea y en un 81 por ciento la prevalencia de la anemia infantil».

Cuatro de 340 municipios

El Gobierno que preside Bernardo Arévalo de León, elegido en 2023 por su discurso anticorrupción, se ha propuesto erradicar los pisos de tierra en la mayoría de municipios, de los 340 que componen el país centroamericano.
Las viviendas vulnerables son identificadas con el Registro Social de Hogares como parte del proyecto denominado Mano a Mano del Ministerio de Desarrollo Social.
Hasta la fecha, el Gobierno dice haber cumplido su objetivo en cuatro municipios, donde ha entregado los materiales disponibles, ya que la instalación de los mismos queda en manos de las familias beneficiadas.
Es el caso, por ejemplo, de Elda Quisar, una de las beneficiadas con el programa en el municipio de Olopa, en el departamento de Chiquimula, unos 150 kilómetros al este de la Ciudad de Guatemala.
«Aquí era tierra y había mucho polvo. Se levantaban y afectaban nuestros trastos de comida», aseveró Quisar a EFE.
En el mismo departamento, Alejandro de la Cruz Méndez, otro habitante del lugar, también recuerda que antes de instalar el cemento otorgado por el Gobierno, cualquier objeto que caía al suelo en su hogar quedaba contaminado, además de que al mojarse el piso se convertía en lodo.
El cuarto municipio decretado por el Gobierno como libre de pisos de tierra, este sábado, fue Colotenango, en el departamento de Huehuetenango, unos 300 kilómetros al noreste de la capital de la nación, donde se otorgaron materiales para poco más de 4.000 instalaciones.
«Miles de hogares ya no cocinan, ni viven ni ven crecer a sus hijos sobre pisos de tierra. Ahora lo hacen sobre un piso firme y seguro», dijo el sábado el presidente del país en Colotenango.
«El cambio puede parecer sencillo, pero trae un cambio sustancial en la vida de las familias», recalcó.
Arévalo de León pretende en 2025 entregar materiales para erradicar los pisos de tierra en 45.000 hogares para enfocarse en un problema olvidado por Gobiernos anteriores, pero que aún está lejos de llegar a la mayoría de los municipios guatemaltecos en un país donde casi el 60 % de la población vive en condiciones de pobreza, según cálculos oficiales.
José Carlos Móvil