Laura Restrepo convierte su furia en literatura con Trump y Netanyahu en el papel de Dios

La escritora colombiana Laura Restrepo habla durante una entrevista con EFE este lunes, en Bogotá (Colombia). EFE/ Carlos Ortega

Bogotá, 30 abr (EFE).- La escritora colombiana Laura Restrepo imagina un mundo gobernado por un dios sin compasión, que se esconde bajo el nombre de Abismo pero su rostro le recuerda al de líderes reales: “Es un poco Trump y un poco Netanyahu”, admite la autora en una entrevista con EFE.

Restrepo (Bogotá, 1950) describe su última novela, ‘Soy la daga y soy la herida’, editada por Alfaguara, que presenta en la Feria Internacional del Libro de Bogotá (FilBo), como una “farsa feroz”, escrita entre la indignación por la guerra en Gaza y la impotencia ante el silencio cómplice de muchos gobiernos.

El verdugo de su historia, Misericordia Dagger, es un asesino obediente que comienza a tambalear cuando una adolescente, sin esperarlo, despierta en él una duda ‘hamletiana’: “Está lleno de dudas sobre si debe matar o no debe matar”, explica la autora.

Dagger es un personaje que Restrepo ya había creado en un relato anterior y que ahora cobra nueva vida: “Existía ya en un cuento previo, un relato de un libro que se llama ‘Pecado’ (2016)” dice, y explica que “fue una experiencia interesante, como retomar ese viejo amigo”.

Para Restrepo, que fue la primera mujer latinoamericana en ganar un Premio Planeta por ‘Delirio’, en 2004, la novela es una rebelión disfrazada de comedia: un escenario grotesco donde el verdugo se humaniza y el dios encarna las peores representaciones del poder contemporáneo.

“Quise que Abismo (como le llama al dios) fuera un poco estos personajes nefastos y todopoderosos que son capaces de aniquilar un pueblo y despojarlo de su tierra para hacer un balneario”, aclara.

El infierno real detrás de la ficción

La escritora colombiana Laura Restrepo habla durante una entrevista con EFE este lunes, en Bogotá (Colombia). EFE/ Carlos Ortega

Inspirada por su fallido intento de entrar a Gaza de la mano de Médicos Sin Fronteras, la autora observa con crudeza cómo la matanza de miles de palestinos ha sido “silenciada” por las potencias y distorsionada por las noticias falsas.

“Somos una generación que ha presenciado un genocidio tapado con silencio”, lamenta, y recuerda la cuestión que se planteó a las puertas de Gaza: “Tiene que haber una manera de expresar esto en la literatura”.

En ese contexto, su novela es tanto una crítica como una catarsis. Abismo, ese dios que decide quién vive y quién muere, representa la deshumanización institucionalizada: “líderes capaces de arrasar pueblos para construir balnearios”, dice, como si se tratara de una fábula, aunque en realidad habla del presente.

Restrepo conoce bien el filo de la violencia pues formó parte del proceso de paz con la guerrilla del M-19 y ha vivido las tensiones entre guerra y reconciliación en Colombia.

“Yo creo que nosotros hemos sido un pueblo sometido a tremendas dosis de violencia y al mismo tiempo un pueblo que se la juega permanentemente por la paz”, afirma, y agrega que a pesar de “altibajos, fracasos y logros”, Colombia es un pueblo “convencido de que hay que pelear permanentemente por la paz”.

Por eso valora que su país insista en buscar acuerdos, pero lo contrasta con una crítica de que Europa no haya intentado mediar en la guerra de Ucrania: “Pudo haberla detenido y no lo hizo”.

Mujeres que siembran grietas

Aunque los focos de la novela están sobre Misericordia Dagger y su dilema moral, las mujeres, protagonistas en obras anteriores como ‘Hot sur’ o ‘La novia oscura’, en ‘Soy la daga y soy la herida’ actúan como catalizadoras silenciosas del cambio.

La adolescente, que se llama Dix, desencadena la “grieta en el verdugo” sin decir una palabra, “simplemente su existencia lo perturba”.

“El amor lo pone a tambalear”, resume la autora. Como si incluso en el escenario más oscuro aún quedara espacio para el quiebre, la duda, la redención.

Restrepo presentó esta novela en la FilBo, donde participó en varias charlas en las que habló de literatura, mujeres y rebeldía.

Paula Cabaleiro