Lavrov celebra pragmatismo de Trump e insiste en demandas rusas para el fin de la guerra

El ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, en una imagen reciente. EFE/EPA/PAVEL BEDNYAKOV / POOL

Moscú, 28 jul (EFE).- El ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, celebró hoy el pragmatismo sobre Ucrania del presidente de EE.UU., Donald Trump, pero insistió en las demandas para la paz: reconocimiento de territorios anexionados y la no adhesión de Kiev a la OTAN.

«El presidente Trump es pragmático, no quiere ningún tipo de guerra, y él, a diferencia de su antecesor, el señor (Joe) Biden, a diferencia de las actuales élites europeas (…) está abierto al diálogo», afirmó en un foro juvenil celebrado en Solnechnogorsk, una ciudad satélite de Moscú ubicada al noroeste de la capital.

Señaló que el diálogo que existe actualmente entre Moscú y Washington «muestra que todavía queda gente razonable en Occidente».

«Y esta gente cuenta con un apoyo considerable, algo que demuestra el desarrollo de los acontecimientos en Estados Unidos», aseveró el jefe de la diplomacia rusa.

Lavrov señaló que Rusia «siempre abogó por el diálogo, incluso en los tiempos más difíciles», y recordó que éste no se interrumpió incluso durante la Guerra Fría.

«Me parece muy importante destacar hoy que durante la Guerra Fría había un respeto mutuo. Ahora esto no existe. Europa simplemente se ha vuelto loca, no puedo decirlo de otro modo», sostuvo.

Según el titular de Exteriores, esto se debe en gran medida a una lucha de las élites europeas por mantener el poder para la cual no escatiman «cientos de miles de millones de euros» en matar soldados rusos y promover atentados contra periodistas e instalaciones energéticas e infraestructura crítica.

«Europa hace todo esto con un único propósito, utilizar a los ucranianos como carne de cañón, para que Rusia deje de ser un competidor», dijo.

Por contra, insistió en que Rusia demanda la legítima defensa de su seguridad, que presupone «la no admisión de Ucrania en la OTAN y ninguna ampliación de la Alianza Atlántica en general».

«Y por supuesto, el reconocimiento de las realidades acuñadas en nuestra Constitución», añadió, en referencia a la soberanía rusa sobre la península de Crimea y las cuatro regiones ucranianas anexionadas en 2022, al señalar que esta es «una exigencia que no admite alternativa alguna».