José Carlos Rodríguez
Santiago de Compostela, 4 abr (EFE).- «Corred que vuelan». Así finaliza cada uno de sus vídeos Laura Pato, más conocida en redes sociales como ‘Le Petit Patito’, una arquitecta e ilustradora gallega que tirando «de humor e ironía» cuestiona los anuncios de compra o alquiler de viviendas en el portal Idealista que ofrecen condiciones infrahumanas bajo la etiqueta de «lujo».
«La situación de la vivienda es terrible, pero yo trato de darle una vuelta y tratarlo con humor, para reírnos un poco», señala Pato a Efe.
Aunque es de Ourense, Laura Pato, de 37 años, estudió arquitectura en A Coruña, ciudad donde ahora vive. Como cualquier joven ha tenido que enfrentarse a la temible búsqueda de una vivienda en alquiler, una misión «que no fue sencilla» y para la cual tuvo que ver todo tipo de inmuebles en portales web como Idealista.
De esa «necesidad real» surgió la idea de publicar en su Instagram, en una cuenta con más de 115.000 seguidores, los anuncios que más le sorprendían o le llamaban la atención y realizar vídeos comentando «con ironía» las características de determinados pisos o habitaciones, que en algunos casos se pueden calificar de zulos o ratoneras pero que sin embargo estaban caracterizados con la etiqueta de lujo.
Primero en A Coruña pero después también en otras ciudades como Barcelona o Madrid, Pato no deja títere con cabeza y con un vocabulario coloquial y mordaz escudriña hasta el más mínimo detalle de los inmuebles, sus características, su precio y su tamaño.
«En las redes me lo tomo todo con humor porque creo que desde mi cuenta tampoco voy a cambiar el mundo, pero creo que sí puedo visibilizar un problema al que todos nos hemos enfrentado», afirma.
Asegura además que en su vida real se toma las cosas «todo lo en serio» que puede, pero que de cara al público prefiere utilizar el humor, con el que se siente más cómoda y con el que recibe «menos ‘haters'».
Porque en la cuenta de Pato hay todo tipos de reacciones, tanto gente que se divierte y entretiene con sus vídeos como otros que critican o defienden «el mercado libre».
«Sí que hay gente que llama a lo que yo hago en redes ‘llorar’, como si yo estuviese pidiendo un piso gratis o subvenciones o algo así», afirma.
Cuenta que el «argumento estrella» es que «el mercado se regula solo» y que «uno es libre de poner el precio que quiera mientras alguien esté dispuesto a pagarlo».
Sin embargo, para Pato estamos «jugando con un derecho básico» como es la vivienda y aunque no se considera activista, por su profesión conoce bien «cómo funciona el mercado» y las barbaridades que se anuncian no solo en alquiler convencional, sino también vacacional.
«Es ridículo. Te cuesta lo mismo estar una semana en Coruña que una semana en Miami. Lo peor es que hay quien lo defiende», declara.
Para Pato ya no hay ninguna diferencia entre buscar piso en ciudades como Ourense o Madrid, porque en casi todos los sitios se encuentran «precios desorbitados» y unas condiciones de habitabilidad que a veces son «indignas».
Asegura que ha visto de todo, pero que uno de sus vídeos «favoritos» es el de un piso en A Coruña en el que «la cama está literalmente en el armario».
Aunque desde Idealista nunca se han puesto en contacto con ella, confiesa que una vez sí que le respondió a un vídeo la propietaria de del inmueble que comentaba, pero que lo tomó con humor.
Quien sí que se ha dirigido a Pato es el Sindicato de Inquilinas – Sindicat de Llogateres- de Barcelona, para solicitarle apoyo en las redes ante la gran manifestación convocada para mañana, 5 de abril, en todas las ciudades de España para exigir el derecho a una vivienda digna y asequible.
«Ponerme seria de repente me cuesta, así que decidí postear el cartel de la manifestación tras uno de mis vídeos. Al final lo más importante en todo esto que hago es que la gente se movilice y sea consciente», afirma.
La IA y la «moda Ghibli»
Aunque es arquitecta de profesión, Pato se dedica al diseño de moda y además de los vídeos sobre viviendas también comparte en su cuenta ilustraciones que ella misma realiza sobre situaciones cotidianas de la vida, sus pensamientos, reflexiones, inquietudes u obsesiones.
Ante la moda viral de compartir imágenes realizadas con Inteligencia Artificial al estilo Ghibli, que ha reabierto un gran debate ético, Pato considera que con esta tendencia se «pisotea» el trabajo de las personas.
«Como ilustradora, cuando hago un dibujo a mí lo que me gusta es llegar ahí, todo ese proceso de pensar qué quiero contar o transmitir y cómo lo puedo hacer. El resultado final es el que es y tampoco pienso mucho mi estilo, sino en el mensaje. Eso es lo que más disfruto al final. Si eso se automatiza de alguna manera, pues deja de tener interés», opina.
«El arte es algo que te tiene que hacer sentir cosas hecho por alguien que ha sentido cosas al hacerlo», concluye. EFE
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