León XIV a los sacerdotes: «No hay lugar para divisiones ni odios de ningún tipo»

El papa León XIV durante la misa celebrada este viernes con motivo del Jubileo de los sacerdotes en la basílica de San Pedro. EFE/EPA/FABIO FRUSTACI

Ciudad del Vaticano, 27 jun (EFE).- El papa León XIV indicó a los miembros de la Iglesia que «en un tiempo de grandes y terribles conflictos», «no hay lugar para divisiones ni odios de ningún tipo», en la homilía de la misa que celebró este viernes en ocasión del Jubileo de los sacerdotes en la basílica de San Pedro.

Religiosos durante la ceremonia de ordenación sacerdotal este viernes en la Basílica de San Pedro en el Vaticano.EFE/EPA/FABIO FRUSTACI

«En un tiempo de grandes y terribles conflictos, que el amor del Señor, del cual estamos llamados a dejarnos abrazar y moldear, es universal, y que a sus ojos -y por tanto también a los nuestros- no hay lugar para divisiones ni odios de ningún tipo», dijo el pontífice estadounidense.

El papa León XIV durante la misa celebrada este viernes con motivo del Jubileo de los sacerdotes en la basílica de San Pedro. EFE/EPA/FABIO FRUSTACI

León XIV recordó que en su mensaje de inicio de pontificado ya expresó su deseo de «una Iglesia unida, signo de unidad y comunión, que se convierta en fermento para un mundo reconciliado».

Entonces instó a los sacerdotes a que se mantengan «reconciliados, unidos, transformados por el amor que brota abundantemente del Corazón de Cristo».

«Caminemos juntos tras sus huellas, humildes y decididos, firmes en la fe y abiertos a todos en la caridad, llevemos al mundo la paz del Resucitado, con esa libertad que nace de sabernos amados, elegidos y enviados por el Padre», les dijo.

Cerca de 3.600 religiosos se congregaron para esta ceremonia en la basílica de San Pedro, donde se llevó a cabo también la ordenación de 32 nuevos sacerdotes procedentes de 23 países.

A estos, el papa les aconsejó que «sean generosos, fervorosos en la celebración de los sacramentos, en la oración, especialmente en la adoración y en el ministerio, sean cercanos a su grey, donen su tiempo y sus energías a todos, sin escatimarse, sin hacer diferencias».

«Nuestro mundo propone muchas veces modelos de éxito y prestigio discutibles e inconsistentes», advirtió, antes de pedirles que «no se dejen embaucar por ellos».

Y concluyó: «Miren más bien el sólido ejemplo y los frutos del apostolado, muchas veces escondido y humilde, de quien en la vida ha servido al Señor y a los hermanos con fe y dedicación, y mantengan su memoria con su fidelidad». EFE

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