Libro revela, tras 25 años, entretelones de la ‘Marcha del Siglo’ contra Fujimori en Perú

El periodista peruano y director del programa digital 'La Encerrona', Marco Sifuentes, posa con su último libro 'La marcha del fin del mundo' este 31 de julio de 2025, en Lima (Perú). EFE/ Fernando Gimeno

Lima, 2 ago (EFE).- Los entretelones de la ‘Marcha del Siglo’, que en el año 2000 movilizó a cientos de miles de personas en Perú contra el entonces presidente Alberto Fujimori (1990-2000), son el convulso escenario donde el periodista Marco Sifuentes cuenta en primera persona una historial real de héroes y villanos de la política cotidiana, que incluye magnates y espías en disputa por una democracia que, 25 años después, afirma que «ya no hay».

A modo de memorias, ‘La marcha del fin del mundo’ (Planeta) rememora uno de los períodos de mayor agitación social de la historia reciente de Perú, meses antes de que se destapara la gigantesca red de corrupción de la administración de Fujimori, al mando de su asesor Vladimiro Montesinos, y con la figura en ascenso de Alejandro Toledo como el ungido para restituir la democracia.

«Este libro son como dos despedidas. Una, a la democracia peruana. Esta es su partida de nacimiento y el germen de lo que vino en los siguientes 16 años, probablemente el mejor periodo de la historia de Perú en estabilidad democrática y crecimiento económico, pese a los muchos defectos que tuvo, pero tenía pies de barro, se derrumbó y es lo que tenemos ahora», cuenta Sifuentes en una entrevista con EFE en la librería El Virrey, de Lima.

La otra despedida es a su juventud, ya que Sifuentes relata sus vivencias como un estudiante universitario en prácticas que integraba el equipo de prensa de Toledo durante los meses en los que se gestó la ‘Marcha de los Cuatro Suyos’, en referencia a las cuatro regiones que componían el territorio del imperio inca (Tahuantinsuyo) y que Toledo llamaba a concentrarse ante el Palacio de Gobierno.

«A los practicantes nadie les hace caso. Todo el mundo habla y hace cosas delante de ellos como si no existiesen, y uno de ellos creció e hizo un libro que cuenta las cosas que la mayoría de la gente no percibe o sospecha que ocurren cuando se hace política real porque no todo es lo que te venden», explica el actual director del programa digital ‘La Encerrona’.

«Hay mucho desastre, y en ese momento mucho miedo por la seguridad personal y amenazas concretas y reales que aparecen en el libro, con momentos de mucha tensión y de incluso violencia», apunta el periodista, que recuerda esos meses como los más intensos de su vida.

   Montesinos como «enemigo transversal»

Era el año 2000 y cada mañana los quioscos se inundaban de las coloridas portadas de los ‘diarios chicha’, una serie de tabloides sensacionalistas pagados por el Gobierno para atacar al unísono a los opositores a Fujimori conforme dictaba Montesinos desde el centro de inteligencia donde vivía.

Mientras, escondido en un hotel abandonado, el equipo de Toledo buscaba pasar inadvertido, entre ellos Sifuentes y sus demás compañeros dirigidos por Gustavo Gorriti, el periodista al que Fujimori había secuestrado durante su «autogolpe» de Estado de 1992.

«Algo interesante para el público más joven es ver los niveles a los que una dictadura puede llegar. Hay como una especie de enemigo transversal a todo el libro que se invoca mucho, que es Montesinos, y los niveles a los que podía llegar de espionaje, tortura, persecución y la paranoia que eso podía generar en la gente que trata de pelear contra él», señala.

Así, hace mención a los seis guardias de seguridad que murieron en un gran incendio del edificio del Banco de la Nación causado con el aparente propósito de desactivar la movilización.

   Golpe de realidad

Y es que el libro es un golpe de realidad con los entretesijos de la política, un tránsito para Sifuentes «desde la ingenuidad a la realidad», personificado en Toledo, una figura casi mística en ese momento al que, una vez de cerca, se le comienzan a ver las imperfecciones.

Toledo ganó las elecciones presidenciales de 2001 y ahora simboliza la desilusión generalizada de los peruanos con la política, tras haber sido condenado en octubre del año pasado por haber recibido millonarios sobornos de la constructora brasileña Odebrecht.

Sifuentes recuerda que «en el año 2000 se le veía como un Pachacútec, un inca que se reencarnaba y marcaba el final de 500 años de lucha indígena, y todo eso fue traicionado». «Llegó con una bandera anticorrupción y luego ha sido el presidente al que se le ha probado una coima (soborno) más grande que todos los demás. Él también es un poco culpable de todo esto», agrega.

Para el periodista, el más influyente en redes en Perú según varias encuestas, «estamos en un mundo ahora de muchos extremos, convencimientos y polarización, y creo que nos falta a todos que maduremos, nos sentemos y nos demos cuenta de que la política no es de seres prístinos, ni ángeles y demonios, sino de ciertos ideales que hay que empujar con realismo».

«El libro no es un tratado político ni mucho menos, pero quizá esa sea la moraleja», concluye.

Fernando Gimeno