Líderes de Turquía, Italia y Libia celebran una cumbre, centrada en migración y energía

Una foto facilitada por la Oficina de Prensa de la Presidencia Turca muestra a la primera ministra italiana Giorgia Meloni (D), al primer ministro interino de Libia Abdul Hamid Dbeibeh (C) y al presidente turco Recep Tayyip Erdogan (I) asistiendo a una cumbre de cooperación Turquía-Italia-Libia en Estambul, Turquía, 01 de agosto de 2025. (Italia, Libia, Turquía, Estambul) EFE/EPA/TURKISH PRESIDENTIAL PRESS OFFICE / HANDOUT HANDOUT EDITORIAL USE ONLY/NO SALES

(Actualiza con un comunicado del Gobierno italiano)

Una foto distribuida por la Oficina de Prensa de la Presidencia Turca muestra al presidente turco Recep Tayyip Erdogan (D) dando la bienvenida a la primera ministra italiana Giorgia Meloni (I) antes de una cumbre de cooperación entre Turquía, Italia y Libia en Estambul, Turquía, 01 de agosto de 2025. (Italia, Libia, Turquía, Estambul) EFE/EPA/TURKISH PRESIDENTIAL PRESS OFFICE / HANDOUT HANDOUT EDITORIAL USE ONLY/NO SALES

Estambul, 1 ago (EFE).- El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, se reunió este viernes en Estambul con la primera ministra de Italia, Giorgia Meloni, y el primer ministro del Gobierno de Unidad Nacional de Libia (GUN), Abdelhamid Dbeiba, en una cumbre tripartita centrada en migración y energía.

Una foto facilitada por la Oficina de Prensa de la Presidencia de Turquía muestra al primer ministro interino de Libia, Abdul Hamid Dbeibeh (L) y al presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan (R) asistiendo a una ceremonia de bienvenida antes de una cumbre de cooperación Turquía-Italia-Libia en Estambul, Turquía, 01 de agosto de 2025. (Italia, Libia, Turquía, Estambul) EFE/EPA/TURKISH PRESIDENTIAL PRESS OFFICE / HANDOUT HANDOUT EDITORIAL USE ONLY/NO SALES

Erdogan recibió a sus dos invitados con sendas ceremonias separadas en el palacio de Dolmabahçe, a orillas del Bósforo, un espacio habitual para reuniones de trabajo con jefes de Gobierno extranjeros, informa la agencia turca pública Anadolu.

Los tres líderes hablaron del fortalecimiento de la cooperación para afrontar desafíos comunes, empezando por la gestión de los flujos migratorios, informó el Gobierno italiano en un comunicado.

«Meloni discutió con sus interlocutores una serie de líneas de acción para combatir las redes criminales internacionales de traficantes de personas, mejorar la prevención de los movimientos irregulares y apoyar a Libia en la gestión de la presión migratoria a la que está sometida».

También reafirmó el compromiso de su país con «la estabilidad, la unidad y la independencia de Libia, (así como) su apoyo a un proceso político liderado por Libia y facilitado por las Naciones Unidas que conduzca a elecciones».

Los tres líderes acordaron continuar trabajando para identificar acciones concretas que se emprenderán dentro de un plazo claramente definido, indica la nota italiana.

En el encuentro estuvieron presentes el ministro de Exteriores turco, Hakan Fidan, y el jefe de los servicios secretos turcos, Ibrahim Kalin.

La emisora turca de noticias NTV difundió imágenes de la recepción y la reunión, asegurando que el encuentro se centraba «en el Mediterráneo, en la energía, en reforzar la cooperación en el sector del petróleo y en la inmigración irregular».

Meloni llegó a Estambul proveniente de Túnez, donde celebró ayer una reunión con el presidente tunecino, Kais Said, centrada principalmente en cuestiones de migración y «el compromiso compartido para combatir las redes criminales de tráfico de personas», según escribió la mandataria en X.

Este año, las salidas desde Túnez hacia Italia han descendido un 60 %, siguiendo la bajada iniciada con la firma del memorando de entendimiento entre el país magrebí y la Unión Europea (UE) en 2023, pero Libia sigue siendo un importante punto de partido para los africanos que intentan alcanzar Europa.

Turquía mantiene buenas relaciones con el Gobierno libio que preside Dbeiba y en 2019 firmó con él un polémico acuerdo de reparto de zonas económicas exclusivas en el Mediterráneo oriental, que los demás países costeros consideran contrario a la legislación internacional.